lunes, 19 de septiembre de 2022


 

DES-ADARVE

Ayer se cerró con gran éxito de público la cuarta edición del festival de arte efímero Des-Adarve.
No voy a entrar ahora mismo en discusiones en torno a la celebración del encuentro de este año. Simplemente os voy a relatar lo que he vivido desde dentro.

En marzo del 2020, antes del confinamiento, un grupo de personas nos reunimos con la intención de crear una alternativa a Des-Adarve, que sospechábamos que aquel año se iba a quedar ya fuera del programa. Repito: marzo de 2020.

Al empezar a levantarse las restricciones se anunció que definitivamente no iba a haber una partida para el festival. Las personas que habíamos hablado en 2020 nos volvimos a juntar y decidimos ir por libre, con un programa mucho más modesto y sin un céntimo de presupuesto. Ni uno solo de los artistas locales que habían colaborado en ediciones anteriores se negó a ello cuando se lo propusimos. En ello andábamos cuando de repente cayó del cielo (bueno, ya sé que no es lo correcto mas fue como lo percibimos) la subvención del Gobierno de Navarra que ofrecía la posibilidad de crear una muestra similar a las anteriores. Éramos alguno más y en esta ocasión los colaboradores entramos en la organización con la idea de echar una mano a Mikel y Marta pero fue imposible. Porque ninguno de nosotros tiene su preparación, su experiencia ni su infinita capacidad de trabajo. Porque esto no es una chaladura de dos jovenzanos que se aburrían en casa un martes por la tarde. Esto que hemos estado viendo durante las últimas dos semanas es un proyecto multidisciplinar tras el cual hay muchas horas de trabajo y, sobre todo, unos sólidos conocimientos técnicos. Con esto quiero dejar claro que ciertas cosas no las puede hacer cualquiera. Y aquí, mire usted por dónde, tenemos la suerte de contar con personas que están absolutamente capacitadas para ello y que lo han demostrado una vez más, y en esta ocasión con un escaso apoyo publicitario de las instituciones, factor que no ha restado espectadores al certamen.

El otro día un amigo me preguntaba de dónde me venía esa pasión por Des-Adarve, qué tenía ese evento que él no acababa de entender. Y yo intenté explicarle que mi entusiasmo es pura energía que ellos me contagiaron desde el minuto cero. Porque desde que Marta me puso expuso, meses antes del primer encuentro, lo que pretendían hacer, acepté de inmediato y le ofrecí mi apoyo incondicional. Y lo mismo hicieron los artistas gráficos que cubren los actos, o los coordinadores de las disciplinas de música y danza que se exhiben en el pasacalles el segundo sábado del festival. Este año, que me he introducido más en las tripas del evento, he podido experimentar en carne propia ese cosquilleo que se produce en el estómago cuando todo está apunto de empezar. La tarde del sábado, viendo tocar a mis amigos por las calles y contemplando al gentío que los rodeaba, me sentí orgullosa del proyecto y, sobre todo, de pertenecer a una ciudad que alberga tanto talento entre sus habitantes. Y me sentí orgullosa también porque entre todas aquellas personas (hermanos, que nos dice Ángel) que me rodeaban no existía una pizca de mal rollo. Tan sólo devoción hacia una pasión por el arte compartida y una inabarcable generosidad entre ellos y para con los espectadores. Seguramente por eso este cuarto Des-Adarve ha sido un sorprendente éxito de público. Porque, como dijo Mikel al cierre, esta es una iniciativa realizada por gente de aquí para gente de aquí, pero también para gente que se quiera acercar hasta aquí.

Resumiendo: Tudela, una vez más se ha visto en la respuesta, se merece actividades cómo esta, por lo que sería deseable que no se vuelva a plantear la retirada de la partida para el evento.

#SafeCreative Mina Cb

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