TUDELANISMO

Imitamos a Pamplona
el día del Chupinazo,
antes de que den las doce
con el pañuelico en alto.

Imitamos a Sevilla
cuando llega el Viernes Santo
con el vaivén ondulante
de los cofrades al paso.

Imitamos a Teruel
en dicho tiempo de fastos
dándole al tambor y al bombo
con brío y a todo trapo.

Imitamos a Canarias
en el Carnaval profano
aunque aquí haga en esas fechas
una rasca del carajo.

Imitamos a los yankis
con fiestas de graduados
cuando acaba la mocina
lo que fue el bachillerato.

Imitamos a Madrid,
calle arriba, calle abajo
cuando ganan los merengues
una final de la Champions.

Imitamos a Valencia
con sus tracas de petardos
cuando salen de la iglesia
los flamantes desposados.

Tenemos el Volatín,
la borraja, los espárragos,
el Ebro y su hermoso puente
con sus románicos arcos,

las efímeras, que vuelan
sólo unas noches al año,
la Puerta de la Mejana,
la Magdalena, el Mercado,

las peñas, a los joteros,
el arte de los gitanos,
al Jabonero, a Marquina,
la Peñica y aledaños,

a Moneo el arquitecto,
al locutor Pedro Blanco,
a Yehudá Ha Leví,
a Benjamín el mundano,

la Catedral, las cigüeñas,
la Revoltosa, don Sancho,
San Nicolás y sus huesos,
el Queiles y hasta el Merdako,

la menestra, los mandiles,
los castores importados,
los chopos que echan pelusas,
el cierzo, los hortelanos,

el barrio moro, el judío,
el Ángel glorificado,
los aldragueros, la chucha,
los refrescos esbafados,

helados que se regalan,
amigos que son muy pavos,
la Plaza Nueva y la Vieja
y hasta nuestro Corcovado.

Yendo, pues, de patrimonio
como se ve, tan sobrados,
a ver si a mí alguien me explica
pa qué pichorras copiamos.

#SafeCreative Mina Cb