LA LEYENDA DE LA CIUDAD SIN NOMBRE
A mí es que últimamente, con esto e los derrumbamientos y demoliciones de los edificios de lo viejo, me viene con mucha frecuencia a la memoria la escena final de “Paint your wagon” (“La leyenda de la ciudad sin nombre”), peli que relata las aventuras de un grupo de colonos de la época de la fiebre del oro que, a fuerza de horadar el subsuelo para conseguir el oro que se iba escurriendo por entre las rendijas de los edificios, consiguen que, en un momento dado, el suelo de la ciudad ceda y se abra una zanja de norte a sur que se traga, entre otros, a un toro y a un predicador bastante pesado que tiene que salir por patas.
Pues eso: que yo callejeo entre vallas y excavadoras y me pregunto quién va a ser el siguiente. Porque antes, en mi barrio, cuando oías un estruendo sólo tenías que cagarte en la estampa de los pilotos de Bardenas, pero ahora, por si acaso, primero abres el balcón y miras a ver por dónde se ha movido la polvareda y si no hay atisbo de catástrofe, pues entonces sí, clamas contra los del Polígono.
Pero aún así, aunque sigan siendo más los petartdazos de los militares que las deflagraciones, yo me sigo preguntado por el porvenir del barrio. Porque cuando una casa se cae y al poco se cae otra cerca, y tú vives en la otra manzana, te empiezas a preguntar si eso va a ser como la dentadura, o sea que si se cae un diente los otros dos van a desplazarse hasta ocupar su sitio (ya me gustaría a mí ampliar el salón de esa manera) o si bien el hueco va a dejar al edifico colindante sin sustento y éste se va a caer al poco tiempo, y después de éste el de al lado y más tarde el de al lado de el de al lado ya así hasta mi casa y el Casco Viejo se va a convertir en una enorme plaza donde sólo van a quedar la Catedral, el Ayuntamiento y la iglesia de San Nicolás (esta sólo para dar por culo al consistorio) y a los vecinos nos van a tener que improvisar un campamento junto a la Papelera…
Y a ver qué hacemos entonces si hay riada.
#SafeCreative Mina Cb
Cuentos, poemas, historias... Soy Inma y os propongo que hagamos un club de cuentistas. Con imaginación. Con ilusión. Con esperanza. Un club donde pasar el tiempo, donde evadirse... Donde jugar a ser otro.
viernes, 25 de marzo de 2022
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