CONVALECENCIA

Me recupero del mal del desamor.

Me di el alta hace poco.

Los últimos análisis
confirmaron
que no valía la pena
(y nunca mejor dicho)

Me cuido
como mi madre me cuidó cuando la anemia,
después de la hepatitis.

Duermo muchísimo.
Paseo al sol.
Escucho buena música.
Me hago comidas ricas.

Y luego
por la noche
me siento en el sofá con un buen libro
y una buena cerveza
y me zambullo sin distracciones en la trama.

Pensé
(mira por dónde)
que no sería tan fácil.

Pero también pensaba
hace más de veinticinco años
que no podría de dejar de fumar

y fue proponérmelo y... zas.

Bingo.

Me llené de mandarinas el bolsillo
y desafié a quienes me dijeron
que no llegaría a conseguirlo.

Eso sí:

Dejando el tabaco en un cajón
por si se presentaba una necesidad irrefrenable.

Hasta que un día
durante una mudanza
me sorprendió el hallazgo de la cajetilla y la tiré.

Ese tabaco ya sería paja.

#SafeCreative Mina Cb