domingo, 31 de mayo de 2020




11 DE MARZO

Esta mañana he abrazado a mi vecina.

Es extranjera. Perdió hace unas semanas a su madre y aún no la había visto. Cuando le he dado el pésame se ha echado a llorar como una Magdalena y a mí me ha salido. Me ha salido y la he estrechado entre mis brazos, dándole palmaditas en la espalda como si fuera una niña pequeña. Una mujer que ha pasado un tiempo fuera de España. Que después ha cogido un avión. Y un autobús. O lo que sea. Una mujer que me regala dulces caseros y se preocupa por mí. Y yo por ella. Una mujer vulnerable que ha perdido a su madre y tiene a su familia muy lejos de aquí.

Y después de ese abrazo me he ido a trabajar. Con gente, que es con lo que yo trabajo. Hablando y tocando y no sé si arriesgándome a que cualquier intercambio de moneda me pegue ese maldito virus que nos está volviendo a todos locos. Y entonces me prescriban quedarme prisionera en mi apartamento diminuto sin ver a nadie ni salir al campo. Hartándome de libros y de internet y de Netflix hasta que ya no me quede nada que leer o que mirar o que escribir. Y echando las horas en las redes y pidiendo a cualquiera que me traiga víveres y me los deje en el rellano, como hacían con los leprosos en Ben Hur. Sola. Sin compañía ni contacto. Sin que nadie me abrace ni me bese ni me toque.

Este es un virus inhumano. Por su origen y por el lugar al que nos está llevando. Un virus que salió de alguna especie ajena y que nos lleva hacia donde ellos quieren: el aislamiento de los otros y lo virtual como única forma de contacto. No sé si es algo natural o más bien el fruto de cualquiera de las conspiraciones que se barajan estos días, pero evidentemente es una señal de que, en primer lugar, nos pueden aniquilar cuando y como les dé la gana, y en segundo lugar, el hermetismo es la mejor vacuna. Tal vez sea necesario suspender eventos, desde luego, a los que acudan cientos de personas. Por prevención. Y desde luego que existen grupos a los que hay que proteger especialmente. Para que no les pase nada. Pero esta locura colectiva debe tener algún final. No sé, un momento en que esto se normalice. En que dejemos de tenernos miedo, de desconfiar. En que cuando alguien tose no le hagamos el vacío como si fuera un apestado.

En que un abrazo sea motivo de esta reflexión.

#SafeCreative Mina Cb

Nota de la autora: Escribí este texto un once de marzo, cuando las medidas de distancia social no se habían anunciado y el confinamiento estaba a punto de decretarse. Y no teníamos, creo, ni idea, de lo que se nos venía encima.

sábado, 30 de mayo de 2020




DOS VIDAS

El otro día le decía a una amiga que, si hay gente que te ha tomado con tanta ansiedad lo de los bares como yo lo de la naturaleza, estos días en urgencias tiene que haber comas etílicos por un tubo. 

Y es que no me canso: me levanto al punto de la mañana, desayuno, me pongo las zapatillas y me lanzo a la selva. Este año, entre la lluvia y nuestra ausencia, está todo exuberante. Y los bichos más confiados que de costumbre. Jamás había oído tantos pájaros ni visto volar tan bajo a las rapaces. Es más; está tan cerrada la vegetación que no he podido acceder a lugares a los que antes entraba sin problema y tampoco quiero, qué demonios; que si Natura decide levantar barreras a la vista humana por algo lo habrá hecho. Y además me sucede algo curioso, y es que estos encuentros con el medio natural han acabado por partir mi mundo en dos, hasta el punto en que ahora me da la sensación de tener dos vidas: una la vírica, con la mascarilla y el desinfectante y el riesgo pululando por doquier y otra la salvaje, donde todo está lavado por la lluvia y puede, por tanto, olerse, tocarse o hasta morderse si se da la circunstancia. Un espacio acogedor y amable donde no existe el miedo y al que puedes acudir desnuda y respirar profundamente hasta que los pulmones no den más de sí. Y aunque reconozco que las circunstancias me obligan a recorrer ambos senderos con idéntica atención, el tóxico para evitar el virus y el salvaje para no perderme nada, confieso que el segundo le va ganando posiciones al primero, por el que últimamente me desplazo casi únicamente por necesidad o gajes del oficio, y del que escapo cuanto antes para perderme por caminos que nunca había recorrido sola, muy atenta a todo lo que pasa alrededor, hasta el punto de llegar a inventar algas con forma de dragón, adivinar sin verlas a las rosas silvestres tan sólo por su aroma o salvar a los escarabajos del camino de ser atropellados. Incluso el otro día pasé por delante de lo que fue el huerto familiar y me acerqué hasta un árbol que plantó mi padre y que, como él, pese a estar seco, todavía es capaz de seguir ofreciendo al paisaje un puñado de hojas verdes cada primavera. Y pensé en lo bellos que son los árboles, incluso muertos, mientras me abrazaba a su tronco y sentía cómo la bondad paterna trepaba desde la raíz y me estrechaba entre sus ramas. 

Y entendí una vez más de dónde vengo y adónde me dirijo. 

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

viernes, 29 de mayo de 2020




“ESAS COSAS”

Es como los demás. Quiero decir que habla y anda y respira. Y va a la compra y tiene vecinos a los que saluda por la calle. O no. Puede ser hombre o mujer y su edad es en este caso lo de menos. Y tal vez ni lo hizo intencionadamente. O sea que se le cayó y a lo mejor no se dio ni cuenta. O sí. Pero pensó lo que pensamos todos cuando algo se nos cae. Que tampoco es para tanto. Que por no agacharse... Que por no volverse... Y luego hay barrenderos. Y basureros. Y gente que se ocupa de esas cosas.

Esas cosas.

Tal vez tenga hasta hijos. Tal vez. Hijos y puede que pequeños. Hijos a los que quiere y a los que protege. Y a los que no dejaría, porque hasta el más lerdo sabe el peligro que ello entraña, meter la cabeza dentro de una bolsa. Pues si uno lo hiciera, por accidente, jugando como juegan los niños, y después de ponerse la bolsa en la cabeza la atara en torno al cuello y también por accidente no pudiera soltarla el niño moriría por asfixia. Porque así es como suceden las peores cosas. Por descuido. Por dejadez. Por imprudencia.

Así sucede todo.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb
Imagen: Roger Millan

jueves, 28 de mayo de 2020




HIPÓTESIS

Si cualquier día 
amarte
se convirtiera en un trabajo duro

tan solo cogería

tantos atardeceres amarillos,
y el nombre de los pájaros,
y esos lugares que, de otra manera,
tal vez 
nunca hubiera llegado a conocer.

Y la libélula azul posándose en mi dedo.

Y el sol a borbotones las mañanas de invierno.

Y un puñado,
quizá,
de canciones antiguas.

Y partiría,
vacía la maleta,

en línea recta y rumbo al horizonte...

libre.

Como llegué.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb
Imagen: Mila Marquis

miércoles, 27 de mayo de 2020




TERRITORIO “GREEN”


Ya tenía ganas yo 
aunque pueda sonar feo 
de que volviera el alcalde 
a darnos que hablar de nuevo. 

Y es que desde que empezó 
esta pandemia amarilla 
sólo se hablaba de test, 
de guantes y mascarillas

y de los irresponsables 
que andaban dando trabajo 
a los polis de balcón 
que no han tenido descanso

o de los epidemiólogos 
que sabían más que nadie 
del virus y de la forma 
más eficaz de atacarle. 

Pero ahora que poco a poco 
vuelve la normalidad 
y que salir a la calle 
ya no es pecado mortal 

vamos, bendita rutina, 
regresando a lo de siempre:
Los que mandan, a mandar, 
y el resto a ser obedientes. 

Confieso que hasta eché en falta 
durante esos meses negros 
ver en Facebook o Instagram 
algún selfie de Toquero

pero ahora que la epidemia
está ya bajo control 
descubrimos que pretenden 
poner un campo de golf. 

¡Qué perra tienen algunos 
con eso de los sticks 
y este deporte tan pijo 
que no pega nada aquí!

Qué vale: tenemos agua 
en abundancia en el río 
pero en fin... lo que es llover, 
llueve más bien lo justito. 

Y con la pasta que cuesta 
montar las instalaciones 
para después mantenerlo 
gastándose más millones

no sé si es este momento 
en que estamos el mejor 
para sacar de las arcas 
tan abultado pastón. 

Que cojan esas perricas 
y las que ahorrarán en fiestas
e inviertan en el comercio
minorista de Tudela. 

Que, tras más de mes y medio 
de parón no están los pobres 
ni para jugar al golf 
ni para ir a procesiones. 

Que hay otras prioridades 
que demanda la ciudad. 
Más que de hoyos ahora es tiempo
de responsabilidad.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

martes, 26 de mayo de 2020





PASARELA MASCARILLA

No diré que esté flipando
porque ya me lo esperaba
cuando se impuso este estilo
de taparse media cara.

Al principio de esta crisis
echó mano el personal
de pañuelos y bufandas
a falta de material.

Pues, aunque mucho nos duela,
este mundo en que vivimos
invierte más en matar
que en proteger a los vivos.

Y teníamos fusiles, 
pelotones y escuadrillas
pero nadie había pensado
en fabricar mascarillas.

Y así la peña fue haciendo,
para salir a la calle,
inventos de todo tipo
por evitar contagiarse.

Se han fabricado pantallas
casi, casi, artesanales
que nos hacen parecer
pasajeros siderales.

Las hicieron, al principio,
con carpetas de colegio...
y es que la necesidad
es la madre del ingenio.

En cuanto a los tapabocas
hubo muchas voluntarias
que los fueron fabricando
puntada sobre puntada

para regalarlos luego
a quien, por su situación
pudiera necesitarlos
al no tener protección.

Después llegó el arsenal
de material de la China
y la clase sanitaria
quedó, digamos, servida

pero aún faltaban semanas
para que hubiera en las tiendas
mascarillas suficientes
para abastecer Tudela.

De modo que cada cual
se fue buscando la vida
con lo que tenía en casa:
telas, filtros, gomas, cintas...

Un colorido muestrario
de material protector
que se ha sumado más tarde
al que sirve el proveedor.

Vamos, que ahora hay creaciones
de todo tipo y tendencia,
algunas incluso a juego
con el vestido o las medias,

que yo he llegado a ver hoy,
y es el colmo de lo chic,
la “mascarilla alcachofa”,
muy segura y muy de aquí.

Incluso hay quien se dedica
sólo por pasar en rato
en convertirlas en arte
decorándolas a mano.

Y ya van apareciendo
anuncios en internet
que las venden en oferta:
“Pague dos y lleve tres”.

De hecho, estoy convencida
de que, si el tema se alarga
habrá quienes necesiten
un cajón para guardarlas

y tener un buen surtido
para, según la ocasión,
mantenerse bien a salvo
de este virus tan cabrón.

A mí, la verdad, me gusta
esta corriente de estilo...
sólo tengo una objeción:
usadlas como es debido.

Colocadlas sobre el puente
nasal y hasta la barbilla
y no bajo la nariz
o a modo de gargantilla.

Porque si no te protege
a un tiempo boca y narices
es como si te colocas
un condón en el meñique.

Y otra cosa, si utilizas
el modelo desechable
tíralo a una papelera...

Y lo mismo con los guantes.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

lunes, 25 de mayo de 2020




PREVENIR

Seguro es que prevenir
es un acto muy loable
y que resulta encomiable
que se haga sin desistir.

Sobre todo si esto evita
la propagación males
o que ciertos anormales
salgan de alguna tripita.

Pues no hay mejor prevención
para esta clase de daños
que que algún padre, hace años,
se hubiera puesto un condón.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

domingo, 24 de mayo de 2020




SÁBADO

Hasta ahora no me había apetecido pero hoy sí que lo haría. 
Me daría una ducha. Me lavaría el pelo y después me pondría un vestido bonito y unos pendientes grandes. Cogería el teléfono, la cartera y las llaves, los metería al bolso y cerraría la puerta tras de mí.
Empezaría en San Jaime, con la cuadrilla de toda la vida. Nos pondríamos al día de familias y trabajos y al llegar a Carnicerías iría saludando a todo el mundo: besos, abrazos, roces de las manos, toques en la espalda... Y el cuerpo pegado a la barra esperando las consumiciones. Y las monedas rulando. Y luego, cuando los míos, que son formales, se recogiesen a cenar temprano, la segunda cita con una amiga loca en la terraza de los Gaiteros, donde se monta un guirigay impresionante. Más tarde echar algo al estómago, puede que en el Súa, donde a veces nos juntamos con los de Letras a la Taza y se nos van las horas. Y luego levar anclas y ver lo que hay por ahí. Dar una vuelta, siempre a pie de calle, de corrillo en corrillo, hablando y riendo y disfrutando del inicio del verano, qué suerte, que está por estrenar y eso ya es en sí toda una promesa. 
Después, y cuando ya Carnicerías languidezca y los camareros saquen las escobas, pasar por el Gingoro, donde casi siempre hay alguien tocando la guitarra delante de la puerta. Y casi siempre bien. Darle un abrazo a Kule, acodarse en la barra y esperar a que le dé la gana de servirte si anda liado con sus cosas y salirte fuera con el vaso. Sentarte en una silla o en el suelo incluso y conversar. Y luego, si aún te quedan ganas, echar el arranque en la Guarrida, donde tal vez los músicos de la jam se hallen en estado de gracia y te regalen su talento o, en el caso contrario, te tropieces con alguien con quien chocar la botella y echar un rato y unas risas, en la calle también. Y al final, la vuelta a casa, a las tantas, achispada y sonriente, enviándole mensajes a tu amiga, que se quedó por ahí, de charla, hace mil horas, y que te dice que qué tal si mañana (ya hoy) domingo, por la tarde, os acercáis hasta Bardenas.

Y tú le dices que si en su coche o en el tuyo.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

sábado, 23 de mayo de 2020





TANGIBLE

No sé si soy la única
que se siente cual si estuviera
mirando un folio en blanco

donde escribir la vida.

No sé si soy la única
que no sabe muy bien cómo empezar
o adónde ir

o qué se puede hacer

exactamente

ahora.

No me sirven las fases
ni los libros de ruta

ni los plazos...

Ya que todo es incierto.

Esquivo a las personas por la calle
y tan sólo adivino las sonrisas
bajo las mascarillas

y evito que me aborden
si voy desprotegida.

Me he enganchado a las pelis antiguas
mientras llega el calor
y con él las libélulas

y algún que otro paseo en compañía
guardando las distancias...

Mas no añoro el pasado ni deseo
que los meses se esfumen
en pos de la vacuna

ni culpo a pelirrojos o amarillos
de esta plaga no bíblica
que nos ha convertido en prisioneros.

Sólo ansío el momento
de volverme tangible.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

viernes, 22 de mayo de 2020




COVIDOBSESA


Me paso el día en tensión
con el tema de la asepsia.
Llevo el bolso a reventar
por culpa de la pandemia.

Antes solo era lo típico:
gafas de sol y de cerca,
kleenex, documentación,
algún boli y la cartera.

Pero es que ahora ya parece
mi bolso el de una enfermera:
La mascarilla, los guantes,
el gel ese de botella...

y luego ya, en el trabajo
venga darle a la bayeta,
rodeada de pantallas
y confundiendo monedas...

Sí, porque con mascarilla
el vaho que se concentra
te sube hasta las pestañas
y te empaña las lunetas.

Y entre eso y que con los guantes
el tacto ya no es lo que era
raro es el día que me salen
como deben ser las cuentas.

Pero en fin... en el trabajo
me apaño bien... pero fueraaaaa:
Fuera estoy como en la jungla;
acojonada y alerta.

Me pasa como al chaval
del Sexto sentido, o sea
que veo virus por todo:
soy una Covidobsesa.

Lo veo en el mostrador
cuando visito una tienda,
en la manilla del coche,
en el pomo de la puerta,

en la valla de una obra,
dentro de las papeleras,
en un billete de cien
perdido sobre la acera...

No gano para jabones:
me lavo más que una perca:
me lavo al entrar en casa
y al entrar en casa ajena,

me lavo antes de comer,
me lavo antes de la cena,
y si en sueños me desvelo
hay gel en mi cabecera.

Cuando salgo a hacer recados
la ansiedad me pone enferma:
uso y abuso del gel,
del mío y del que me ofertan

y al final, con tanto alcohol
gelificado me quedan
las manos como el esparto
y no gano para cremas.

Luego está la mascarilla,
que la lavas y la secas
y luego le echas alcohol
para asegurar la asepsia,

que yo, con la del trabajo,
como allí estoy tan expuesta
llevo la desinfección
casi hasta la borrachera.

Y la distancia de marras...
Todo lleno de barreras
para marcar los dos metros
que Sanidad recomienda.

Esto es como el Tres en Raya
pero en versión posmoderna:
hacia adelante, hacia atrás,
a la izquierda, a la derecha...

Pero ojito con salir
de la casilla propuesta
si no es al tiempo debido
y tan solo en línea recta.

¡Vaya rollo de partida!
¿A ti no se te hace eterna?

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

jueves, 21 de mayo de 2020




"FÁCIL"

El otro día leí un post de esos que te hacen ver que estamos volviendo a la “normalidad”; no nueva ni distinta sino la de siempre. Lo colgó un chico, no recuerdo quién, de esos que van de modernos. El argumento del texto era el de si la actitud o la indumentaria de una mujer son excusa para que se la ataque sexualmente, y pude leer una expresión que hacía mucho que no había llegado hasta mis ojos, ya que en una de las frases del enunciado, el autor de la sesuda tesis venía a decir algo así como “Si es alegre eso no significa que sea fácil”.

Fácil...

Como una suma en plan dos y dos o un cuadernillo de autodefinidos de los chinos. Fácil. Necesité leerlo varias veces para remontarme al punto en que dejé de escuchar esa palabra para calificar a una mujer:

Fácil.

O sea que te gusta el sexo y no te cortas en reconocerlo. Que entablas contacto con un tipo que te atrae y te prestas, da igual quién empiece, con gusto al juego de la seducción y a lo que éste desencadene. Que has tenido todos los amantes que te ha dado la gana y porque sí. Porque te sale de las narices y tú lo vales. Y porque no estás con nadie de fijo. O si lo estás lo discutisteis hace tiempo y a ambos os parece bien. O no, pero eso es cosa vuestra.

Pero ya ves: Fácil. Como el manejo de un aspirador o de un reloj a pilas. Como bajar una cuesta en bici con el viento a la espalda. Como desenvolver un caramelo:

Fácil.

Bienvenid@s a la normalidad.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb