A LAS HIJAS DEL ROCK AND ROLL
(o cómo pudiste hacerme esto a mí)

De verdad que lo sé. No hace falta que insistáis. Sé que, más que mayor, empiezo a ser faraónica. De hecho, cuando el Sábado me vi en pantalla grande en el espectáculo “Lenguajes”, de Miguel Tantos, no sólo me reafirmé en la confesión que le hice a mi querido Pepe Jordana (“Pepe- le dije- Te juro que tras la experiencia de pasar una mañana en un estudio de grabación ni de coña me dedico al cine”), sino que me di cuenta de que no solamente voy teniendo “una edad”, sino de que además, vaya que sí, la voy aparentando.
Precisamente por eso no debía de haberlo hecho. Y menos el domingo, con el trauma de la arruga todavía puesto. Pero me pudo la curiosidad. Y la culpa, como casi siempre, no fue mía, sino de alguien que me recordó lo de la cosa. La efemérides. El duyuremember.

El 40 aniversario del Rock and Ríos.

Y claro, no lo pude remediar. Me fui al Youtube y ahí estaba el Miguel con la chupa, cantando casi sin resuello eso de “Para al fin poder gritar a las hijas del rocanrol ¡bienvenidas!”, fórmula que alternó con la masculina, demostrando que lo clásico no tiene por qué estar reñido con las nuevas tendencias del lenguaje y deleitando a todo un pabellón repleto de abuelos que esa noche les habían colocado los nietos a sus hijos y que, a falta de mecheros, alzaron sus móviles para entonar “El himno a la alegría” y pedir, en plan milagro de secta jipi, que las guerras se acaben y que el mundo se convierta en una balsa de aceite de girasol a 0,75 euros el litro. Todo muy entrañable y con mucho cameo, que es lo que se lleva ahora, pero nada que ver con las giras del 82, cuando en los garitos había barra, se podía fumar y la peña pegaba unos brincos de mandril en celo. Y a Miguel los pantalones elásticos le sentaban como un guante y Salvador (que no estuvo) le hacía el amor a la Reina de la Noche con su Gibson mientras Tjis Van Leer, Antonio García de Diego y los otros andaban a lo suyo, chorrenado sudor y hormonas y haciendo realidad ese primer sueño imposible de la historia del rock español al tiempo que dejaban en la memoria de la juventud de la era del Baby Boom un dulce recuerdo que nadie debería haberse atrevido a arruinar de esa manera.

Por piedad, somos viejos.

Dejadnos la nostalgia como está.

#SafeCreative Mina Cb