miércoles, 30 de septiembre de 2015



ALMAS MIGRATORIAS

Existen pululando por el éter almas migratorias que se instalan en el interior de las personas. No de todas, desde luego, sino de algunas sólo. Y no llegan con ellas; esto es, no las habitan desde el momento mismo de su nacimiento o de su concepción, sino que se acomodan en su interior en un momento dado, cuando se las tropiezan y les parecen idóneas para su propósito. Porque esas almas inquietas y errabundas vienen ya de otras vidas poseídas en pasados recientes y remotos. Son almas sin hogar, que van pasando de un lugar a otro, sembrando de inquietudes (no necesariamente negativas) las existencias de los seres s los que escogen como refugio. Y que desde ese mismo instante ya no vuelven a ser los mismos nunca más. Y se da entonces una situación dual en la persona poseída, porque por una parte saben que ya no se pertenecen a sí mismos, pero por otra se despliega ante sus ojos un paisaje que jamás hubieran sido capaces de imaginar. Y ya no son de aquí. Ni son de allá. Ni son de nada ni de nadie. Y van atravesando carreteras y puentes, a pie y hasta descalzos a menudo, y deteniéndose con frecuencia para contemplar aquello que llama su atención o para departir con otro caminante. Pero jamás construyen una casa. Ni siquiera establecen campamentos en los que pasar los meses más duros del invierno. A lo más que llegan, y eso de vez en cuando, es a vivaquear, si encuentran algo que realmente les fascina, y a pasar unas horas, o unos días explorando el terreno y confraternizando con los habitantes de la zona para, al cabo de algún tiempo, sentir que el espacio se achica por momentos y salir despavoridos, a veces olvidando incluso parte de sus escasas pertenencias, al descubrimiento de paisajes adornados con matices diferentes. Y así pasan la vida, caminando sin pausa con rumbo al infinito. Hasta el momento en que la muerte los sorprende en un recodo del camino y su alma escapa, ágil y oportuna, en busca de otro nuevo mortal en que alojarse.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen de Mónica Carretero Ilustradora

martes, 29 de septiembre de 2015



PUFF

Se me acabó tu amor una mañana
lo mismo que el champú de los frascos opacos
que de pronto los pones boca abajo
y ya no sale nada;
tan sólo un patético chorrotón de aire perfumado,
puff…
y un par de burbujitas que en seguida se rompen.

Lo cierto
es que algo iba notando:
era como si el peso descendiera;
si el volumen del líquido viscoso
se fuera diluyendo
y brotase sin fuerza,
sin ganas,
lentamente,
como reptando, perezoso,
por dentro del envase
y deslizándose, aburrido
hasta salir,
baboso y desbravado,
sin ganas de burbujas,
por el estrecho orificio
como una obligación.

Pensé entonces en espaciar el uso,
en rellenar el bote,
en hacer cualquier cosa
(incluyendo raparme la cabeza)
mas… ¿para qué?- me dije.

Y al final sucedió:
y ya nada me resta…
Salvo la hueca presencia del frasco en el estante,
desafiante y mudo,
verde y ridículo,
como vestido de payaso…
Y ese perfume que aún sale de sus tripas
cuando a veces lo abro
y lo aprieto
y puffff…
brota tu olor de sus plásticas entrañas
y se esparce por todo
al tiempo que una tímida burbuja
se abullona y se rasga al poco tiempo
y se convierte en líquidas moléculas
juguetonas y frescas
que me irritan los ojos
y que me hacen llorar.

#SafeCreative Mina Cb

lunes, 28 de septiembre de 2015



DEJAD QUE EL VIENTO HABLE

Dejad que el viento hable,
que persiga a las nubes,
que enfurezca los mares,
que azulee los cielos,
que desplace las aves,
que alborote las ramas,
que despeine arenales,
que constriña las rocas,
que erosione los valles,
que oxigene el planeta…
Que desgaje los males
con su enérgico brío.
Dejad que el viento hable.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen de Lumina Terris

domingo, 27 de septiembre de 2015



PROMESAS

Son las promesas fruto de un instante
cargado de pasión no pocas veces
y es por eso que puede su existencia
ser efímera esencia de una noche.

Son las promesas damas ambiciosas
que sueñan con palacios alfombrados
que la ilusión pintó sobre la arena
durante un arrebato de locura.

Son las promesas material muy frágil
puesto que están compuestas de palabras
y las palabras no son sino aire…
aire y sonido…
  ….. ¡Vaya inconsistencia!

#SafeCreative Mina Cb

sábado, 26 de septiembre de 2015



LA ESPÍA QUE ME AMÓ

Mi amiga Pilarín ha dejado el espionaje. Claro que tampoco es que fuera una profesional. En realidad sólo lo ha hecho una vez. Lo de ser espía digo. Y en plan aficionado. A un ex novio que la había dejado. Y que, para colmo, ni siquiera se había ido con otra el pobre. Pero ella no le creía. Y se empeñó en ver fantasmas donde no los hay. Y no contenta con pasar el día y la noche pendiente de si él estaba o no en línea en el watsap al mismo tiempo que la amiga común con la que, se supone, anda liado, empezó a involucrar a terceros en la trama. Esto es, intentaba que la peña le facilitase información acerca de los movimientos de ambos. Sin ningún resultado que la satisficiera puesto que ambos no se movían en conjunto. Y ella quería que hubiese tema. Para montar un pollo que es lo que le gusta. Que a lo mejor fue por eso por lo que la dejó el muchacho y a ella no le ha dado por pensarlo.
En fin… que al poco tiempo llegó a la conclusión de que todo el mundo la engañaba y allá que se fue, a cerciorarse por ella misma de esa infidelidad que, de haber existido, no hubiese sido tal puesto que mi amiga y el chaval ya no eran lo que se dice nada. Así que se plantó en la calle donde él vive, elegante a la par que discreta con un minivestido fucsia y unos zapatos de tacón de aguja de color morado y allí que estuvo a pleno sol, controlando puertas y ventanas a la espera de verlos entrar, salir o bajar por la escalera de incendios, muy profesional al principio en plan “yo de aquí no me muevo hasta que den señales de vida” y ya un poco aburrida a medida que pasaba el tiempo. Y es que eso de espiar, me confesó mas tarde, es un rollo macabeo. Que una no puede despistarse ni un momento. Que por no poder no puedes ni mirar escaparates. O llevarte un libro. Porque, a ver, se supone que la gente a la que vas a vigilar ha de ser pillada por sorpresa, o sea que tú tienes que verlos antes de que ellos te vean. Y como te pongas a leer, a hacer sudokus o a mandar mensajes con el móvil pues ya la has cagáo, porque se te escapa la presa. Y no digamos de las ganas de hacer pis, que te las tienes que aguantar ya que no es cuestión de ausentarse para entrar en una cafetería. Así que al final Pilarín se cansó y decidió que mira, que allá ellos, que ya se le ocurriría algo mejor que el espionaje. Y se dirigió hacia el coche, taconeando orgullosa después de contestarle al camarero del bar de la esquina que la había reconocido y le preguntó qué la traía por allí:
“Nada de particular. Había venido a ver si este pedazo de cabrón piensa hacerse cargo del hijo que estamos esperando.”

#SafeCreative Mina Cb

viernes, 25 de septiembre de 2015



VIENTOS RACHEADOS

Trae este otoño
vientos racheados de tristeza
para algunos amigos
en los que me apoyé
cuando las piernas ya no podían sostenerme.

Es el frágil, equívoco, engañoso,
inestable equilibrio de la raza humana
que se quiebra
y nos deja sin aire y sin palabras
y sin capacidad de reacción:
incrédulos, atónitos, rabiosos…
Huérfanos de ilusiones.

Tiempos de cambio,
fases de zozobra,
paréntesis de lágrimas y angustia
cuya extensión jamás es conocida de antemano
que atravesamos,
temerosos y expectantes
a la espera de vislumbrar el centelleo
del sol sobre las aguas
en un amanecer de primavera.

Trae este otoño
grisáceas nubes turbias de silencio…
Y yo no sé qué puedo
hacer para ahuyentarlas.

#SafeCreative Mina Cb

jueves, 24 de septiembre de 2015



CINCUENTA PLACERES QUE NO CUESTAN DINERO

Abrazar. El olor del campo después de una tormenta. Las cosquillas. Tirar bolas de nieve. Hacer pis después de haberse aguantado las ganas mucho rato. Bailar. Contemplar una puesta de sol. Los besos. Hurgarse la nariz. Resguardarse de la lluvia. Sonreír con disimulo cuando alguien se cae en plena calle sin hacerse nada. El murmullo del agua de una fuente. Que nos toquen el pelo. Tumbarse en el césped. Estornudar. Acariciar a un gatito. El arrebol del cielo cuando cae la tarde. Hacer las paces. Caminar descalzo por la arena tibia. Oler a un bebé. Rascarse la picadura de un mosquito. El arco iris. Cantar a voz en grito. Que un desconocido nos regale una sonrisa. Tirarse un pedo. Observar a las hormigas. Una primera cita. Chapotear en los charcos. Las mariposas de colores. Ver amanecer. Explotar los granos de pus a quien se deje. Bostezar. Disfrutar del sol en un día de invierno. Mirar las estrellas. Encontrase por azar a un viejo amigo. Remojarse los pies en un arroyo tras una caminata. Enamorarse. Las sombras chinescas. El perfume de las rosas. Llorar mientras alguien nos abraza. Arrancarse una pústula. El canto de los pájaros. Beber de un manantial. Ayudar con las bolsas a una viejecita. Desperezarse. Pisar la hierba mojada. Que nos den las gracias. Reír a carcajadas. El colorido de las hojas en otoño.
Decir te quiero.

#SafeCreative Mina Cb

miércoles, 23 de septiembre de 2015



MÚSICA Y LETRA

Fuimos versos rasgándose en la noche,
notas interpretadas al azar,
pentagramas escritos con los dedos,...
pieles intercambiando soledad.

Fuimos plumas al viento, fuimos cuerdas,
una composición sin afinar,
un salto entre renglones despintados,
un pastiche frenético y genial.

Fuimos proyecto de una obra maestra
que esquivaba el ensayo general:
Y hoy, ya ves, tú un poema inacabado…
Yo la canción que nunca tocarás.

#SafeCreative Mina Cb

martes, 22 de septiembre de 2015



YAYA A LA DERIVA

Se cansó de los nietos, que la estresaban un huevo. Y de hacer punto, que la estaba dejando cegata perdida. Y de jugar a la brisca en el club de jubilados, que no ganaba para broncas. Y de contar los céntimos en la caja del súper, que le despellejaba las falanges.
Y es que ella siempre había querido ser navegante. O naveganta, que se dice ahora. Pero como en una mujer no estaba bien visto se conformó primero con ser esposa y madre y más tarde viuda y abuela. Y acabar con esos vestidos de Maruja y esos bolsos de los chinos, que parecían de cocodrilo pero en realidad eran de lagartija.
Y al fin se fue. Como la de la canción de Perales. Tomó sus cosas y se puso a navegar. No necesitó muchos esfuerzos puesto que llevaba años carteándose con un jubilado de Santoña que dedicaba las mañanas a pescar anchoas. Y se hicieron pareja de hecho y se compraron un barco de segunda mano. Y cuando él se murió de repente una mañana mientras se comía un churro, ella decidió seguir tal cual, sola, para qué volver a ese sindiós de los nietos, del punto, de la brisca y de los céntimos, con su vestido de Maruja y su bolso de piel de lagartija.

Hasta que dios quisiera.

#SafeCreative Mina Cb

lunes, 21 de septiembre de 2015



VÍSPERAS

Repetías
“Te quiero…”

Como una letanía
y con desgarro casi.

Como intentando que las palabras
abotonasen tu corazón al mío
y así evitar que el miedo
te arrancase el amor de las entrañas

#SafeCreative Mina Cb

sábado, 19 de septiembre de 2015



EL DON DE LAS PALABRAS

Me otorgaron el don de las palabras
como podían haberme otorgado cualquier otro,
por ejemplo,
el de pintar las estrellas en el cielo
y así pasar las noches
dibujando luceros amarillos
e iluminando mundos
próximos y lejanos.

O dotarme de la mágica virtud
de hacer sonreír a las personas tristes
con una nariz roja
y unos grandes zapatos de puntera redondeada.
Es difícil, y muy meritorio
el inventar sonrisas
en ancianos y niños malcarados sobre todo
y debe ser, intuyo
una enorme satisfacción el conseguirlo.

Pudo haberme, también, dado mi madre
un talento especial para la música…
Eso sí molaría…
Mucho…
Mucho…
Anda que no me gustaría a mí tocar un instrumento
y amenizar las fiestas,
y cantar mientras las gentes beben,
y bailan,
y gritan, e incluso se enamoran
para caer rendidas y dormir
de un tirón hasta bien entrada la mañana
y despertarse, risueñas y dichosas,
con los sones del festín aún resonando en sus oídos….

Pero no…
Yo sólo tengo el don de las palabras
que no dibuja estrellas en el cielo,
ni lleva nariz roja, ni zapatos enormes,
ni resuena en el aire en mitad de un día de fiesta.

Es el mío un don raro…
de maestro de escuela de los de antes,
de Pepito Grillo,
de fábula redicha,
de discurso de abuelo Cebolleta,
de cura enardecido gritando desde el púlpito,
de anarquista a su bola, desnortado y caduco,
descreído y sin causa
que vocea, insistente,
en mitad del desierto
aunque nadie le escuche…

Por costumbre tan sólo…
Por si acaso tan sólo…
Sin perder la esperanza de lograr el milagro
de remover las piedras…

con tan sólo palabras

Sé que es casi imposible,
pero no tengo fuerza,
ni armas,
ni sé pintar estrellas,
ni llevo nariz roja,
ni toco un instrumento.

Yo tan sólo poseo el don de las palabras.

Tan sólo tengo eso
para cambiar el mundo.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Bansky
"Combate a los que combaten, no sus guerras"

viernes, 18 de septiembre de 2015




EL INQUIETANTE CASO DEL RELOJ DE LA FRUTERÍA

Parece normal. Quiero decir que es redondo, como casi todos, y tiene su esferita blanca con sus doce números y sus agujitas que giran alrededor del eje. Y hace lo que todos, que es indicar la hora. Claro que no con demasiada exactitud.
Y ahí es donde empieza lo anormal. Porque este reloj se adelanta, pero no al uso, esto es, pasito a paso, unos segundos al día y poco a poco como mandan los cánones, sino que va a su bola, a lo tonto y sin ninguna lógica; a lo bestia a al principio y luego en plan aquí no ha pasado nada. Me dice la frutera, que es una chica socarrona pero muy juiciosa, que si ella lo ajusta, pongamos a las nueve, para las once las agujas ya señalan las once y diez. Y que ahí se planta, como los del pócker. Y que ya no se desajusta ni un segundo; es decir, que sigue funcionando de continuo sin alejarse una milésima de los diez minutos de adelanto que ha ganado en esas dos horas.
Ella está un poco mosca. La chica digo. Y me ha dicho si sé de algún relojero que pueda meter en cintura a su díscolo inquilino.
Yo le he dado el teléfono de un brujo. Que creo que le va a hacer más papel.

#SafeCreative Mina Cb

jueves, 17 de septiembre de 2015



TENTACIONES

Al final, ya ves…
Ni reventó el planeta,
ni se acabó el petróleo
ni suspendiste aquella oposición
por tener la cabeza en otra parte.

Al final y a mi juicio,
la mayor de las catástrofes
fue quizás el quererte
más de lo que en verdad te merecías.

#SafeCreative Mina Cb

miércoles, 16 de septiembre de 2015



ESPÍAS EN EL RELLANO

Yo es que vivo muy feliz en mi casa, qué queréis que os diga. Muy feliz. Y sin hacer nada del otro mundo: me aseo, como, limpio, invito a gente, me paseo con el culo al aire, pongo la tele, escucho música, navego por internet, leo, escribo… Cosas normales que me ocupan, así a lo tonto, todo el tiempo que no paso durmiendo, que es la otra cosa que se hace en casa por lo general. Y claro, como soy tan normalita me da por pensar que el resto de la peña es como yo; o sea que están la mar de a gusto en su casa y que se entretienen con la tele, la plancha, la preparación del condumio y esas cosas… Pero no. Resulta que se aburren un montón. Y digo que se aburren porque les queda tiempo para saber si el resto entramos o salimos. Y para presentársenos en casa en cuanto se aseguran de que estamos dentro. Incluso a horas indecentes para cualquier persona con un mínimo de sentido común. Que también debe de ser verdad que es el menos común de los sentidos.
Claro que no hay mal sin consuelo, y a una le reconforta bastante el hecho de saber que en todos los bloques de vecinos existe por lo menos un agente de la CIA camuflado cuya finalidad es la de espiar al personal. De hecho, ni siquiera se libran los habitantes de los barrios residenciales puesto que siempre hay algún infiltrado en un chalet. Siempre.
Desde luego que vivir junto a alguien así tiene sus ventajas: no hay carta ni paquete que no te sea entregado. Tú puedes incluso cometer un crimen múltiple y pasar tres años fugado y diez en la cárcel que en todo ese tiempo no se te pierden ni un paquete ni una carta; porque tu vecino se va a encargar de recoger todo lo que al cartero no le quepa en el buzón. Yo he llegado a pedir a mis amigos que si me mandan postales las escriban en clave. Porque hubo un tiempo en que mis cartas se abrían a sí mismas antes incluso de llegar hasta mis manos.
Pero lo que de verdad no llego a entender es ese afán por controlar mis entradas y salidas. Y sobre todo esa habilidad que han desarrollado para detectar mi vuelta a casa y llamar al timbre cuando me estoy desvistiendo para ponerme la bata. O cuando me acabo de meter en la ducha. O cuando, como esta mañana, justo he terminado de fregar el suelo. Tienen un oído felino. Yo flipo. Eso o han instalado cámaras en el rellano. He llegado al extremo de volver una noche de fiesta a las tantas con una diadema luminosa, determinar que no era necesario darle al interruptor, iniciar el ascenso iluminada por las intermitencias de mi accesorio capilar y que al poco se encendiese la luz de la escalera. Supongo que para que no me estozolara, dado el estado en el que iba. Que a ver, en esa ocasión lo mismo lo agradeces, pero de normal te acaba hinchando un poco las narices. Más que nada porque, visto lo visto, cuando me rumio que andan al acecho, entro de puntillas, no enciendo las luces y meto la llave a tentón y despacito. Y luego, ya en casa, no pongo la tele, ni la radio, ni la música. Para que piensen que no estoy.

No sé. Creo que voy a mudarme. Porque me da no sé qué decirles nada.
No vayan a pensar que soy una borde.

#SafeCreative Mina Cb

martes, 15 de septiembre de 2015



GRIS

Tiene este fresco y sobrio amanecer
como un regusto a adioses,
un aire a despedidas aplazadas,
a palabras silbadas por el viento,
a besos encerrados bajo llave.

Tiene este nuevo día que despunta
un tiente solitario de tristeza…
tiene esta aurora un toque de grisura,
un algo que me está nublando el alma.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: “Una nota de color
en un día gris”- Cristina Efres

lunes, 14 de septiembre de 2015



EL INFIERNO

Pasó más de media vida negando su existencia. No contento con su incredulidad innata se documentó al respecto hasta estar casi seguro de la inexistencia del mismo. Al tiempo, dicho sea de paso, perdió la fe en todos y cada uno de los dioses, en la providencia, en el destino, en los astros y hasta en la propia humanidad. Se creyó entonces el único sabio en un mundo de idiotas y empezó a despreciar a los creyentes y a los crédulos. Y al final su soberbia lo condenó al aislamiento, que él nunca quiso aceptar como tal y al que se empeñó en denominar incomprensión. Y creyó poder soportarlo. Pero tardó poco en comenzar a mirar con envidia a sus vecinos, quizá no tan doctos pero mucho más felices, pobres ignorantes que reían y lloraban juntos. Y arremetió contra las estanterías atestadas de libros polvorientos redactados por sabios que quizá habían sido tan necios como él. Y comprendió al fin que el infierno existía.
Y que habitaba en su interior.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: “Infierno de pájaros”- Max Beckman

domingo, 13 de septiembre de 2015



MUÑECA ROTA

Triste muñeca rota
de empolvados vestidos
y sucia cabellera...

¿Adónde vas a ir?
¿Qué será de tus padres?
¿Quién tomará tu mano,
te llevará al colegio,
te limpiará los mocos,
te atará los cordones,
te dará la merienda
y, al terminar el día,
te contará una historia
de duendes y princesas
y guardará tus miedos
del frío de la noche?

Triste muñeca rota…
¿Quién va a cuidar de ti?

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Todoenarte
Niña Palestina fotografiada
cerrando los ojos de su muñeca,
para que no pueda ver la
monstruosidad de la guerra en Gaza

sábado, 12 de septiembre de 2015



REGALOS

A veces
las emociones
se nos quedan grandes
como camisetas cedidas por el uso
que nos desbordan
y nos bailan alrededor del cuello,
las mangas colgando
por debajo de las manos:
ridículos peleles,
raros espantapájaros
que giran
como los gigantes de trapo en días de feria,
tontorrones y errantes.

A veces
nos desborda el afecto
y llega el llanto
para hacerlo salir como un torrente
y evitar que en el pecho
ya no nos quepa el aire
y que salgan, hipando y con violencia
todos esos temores
que el pasado amontona
en el fondo del alma.

A veces
no conseguimos entender
por qué la vida
de repente abre sus manos
generosas y dulces
y va dejando caer sobre nosotros
doradas gotas de felicidad
que nos empapan
y nos embellecen
y nos reconcilian con el mundo y sus ayeres
tenebrosos y fríos.

A veces
llegan regalos
que pensábamos no ir a volver a recibir jamás.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen de Leandro Lamas

viernes, 11 de septiembre de 2015






HAZLO POR MÍ
(un cuento de ciencia ficción)

Es la frase favorita de lo reyes del escaqueo. De los vagos redomados. De los jetas. Claro que hay cosas que nadie puede hacer por uno mismo salvo uno mismo, valga la redundancia. Por ejemplo pis. O caca. Es por eso por lo que, a menudo, cuando vamos al baño, soltamos lo de “Voy a hacer algo que no puede hacer nadie por mí”. Para que la peña no se alarme al ver que nos levantamos del sofá después de llevar toda la tarde pidiendo a Fulanito o Menganita que nos traigan tal o cual cosa.
Pero… ¿y si fuera posible que otros pudieran hacer “eso” por nosotros? Lo que nadie puede hacer quiero decir; esto es, las funciones biológicas indispensables tales como comer, dormir o evacuar; esas cosas que no pueden ser delegadas en nadie y que, en caso de dejar de hacer, nos suponen la muerte segura.
No sé… imaginemos que esto fuera factible: que existiese la posibilidad de que otros se ocupasen de nuestras necesidades fisiológicas. Incluso en el trabajo. Las empresas iban a ahorrarse un pastón en salidas al baño, almuerzos, cafecitos y demás tonterías. Incluso se podría hacer jornada intensiva porque por no ser necesario, no sería necesario ni dormir. Y aguantaríamos como jabatos todo el tiempo al pie del cañón, sin descanso, delegando el pis, la caca el sueño y el papeo en empleados que la empresa reclutaría tan sólo para eso: para realizar las funciones vitales de la plantilla y así optimizar al máximo el rendimiento laboral. Claro que a ver… porque, por ejemplo, aquél que se dedicase, pongamos a hacer pis por todos los empleados, no podría permitirse el lujo de perder horas durmiendo, con lo cual el durmiente debería delegar en él sus tareas urinarias con el fin de poder hacerse cargo de cumplir con el tiempo de descanso del otro. Y así, en todas las empresas habría personas que estarían todo el tiempo comiendo, o bebiendo, o durmiendo, o haciendo pis o caca mientras que el resto se entregarían al trabajo durante la totalidad del curso de su existencia. Claro que en tal caso a ver quién se encargaba de renovar la población, porque si la peña no dejaba de currar no le iba a quedar un minuto libre para la procreación, con lo cual sería necesario emplear a otro grupo de personas de ambos sexos en semejante tarea, folla que te folla y pare que te pare, menudo agotamiento. Y sin comer además, que de eso se seguirían ocupando los profesionales de la especialidad. Y de este modo, todas esas actividades que a menudo nos resultan tan molestas (cómo fastidia tener que despegarse del sofá para hacer pis cuando uno está viendo una peli interesante) acabarían por convertirse en leyendas que terminaríamos por añorar. Y recordaríamos con nostalgia esos ratitos pasados en el baño, leyendo una revista, o el tupperware de garbanzos de la madre a mediodía echando unas risas con los colegas de oficina, o esos veinte minutos de siesta que te dejan como un rey cuando has estado toda la mañana aguantando a gilipollas. Y la vida se convertiría en un pasillo gris e interminable donde todas las baldosas serían del mismo tamaño. Y ya nada tendría sentido. Y todos los negros presagios que destilaban los viejos films de ciencia ficción se harían realidad. Y el mundo se convertiría en un infierno. Y nosotros en máquinas productivas que nacerían y morirían sin más. Y no habría necesidad de vacaciones, porque también existiría gente especializada en vaguear por nosotros. Y se aburrirían soberanamente, dicho sea de paso… ¡Qué asco, todo el tiempo en la playa y visitando monumentos, sin comer ni dormir y sin hacer ni pis ni caca!

En fin… que mejor que nadie haga nada por nosotros. Que estas cosas se sabe cómo empiezan pero no cómo terminan. Que lo mismo, y ya puestos, se les ocurre crear robots que se ocupen de esos menesteres… ¡Y a tomar por saco todos!

#SafeCreative Mina Cb

jueves, 10 de septiembre de 2015



PAPÁ

Papá está muy cansado;
cierra los ojos,
se altera sin motivo,
sonríe poco.

Papá ya no contesta;
sólo dormita
y apenas da a mi madre
los buenos días.

Papá se rasca mucho,
se tambalea,
inclina hacia adelante
su gris cabeza.

Papá quiere marcharse.
Lo sé. Lo siento.
Yo le muestro el camino
besito a beso.

#SafeCreative Mina Cb

miércoles, 9 de septiembre de 2015



CREDOS

Ya no creo ni en dios ni en las señales.

(ni a las de tráfico les hago caso ahora…)

Me he transformado en una agnóstica
atea
ácrata
descreída
que ha ido paulatinamente despojándose
de todas las creencias
que tardó toda una existencia en asimilar.

Empecé siendo nada.
Luego, de chiquitina,
me enseñaron a creer en dios
y tanto me lo creí
que hasta quise ser monja
(o mejor misionera,
que se viaja)
Después, de adolescente,
surgieron las dudas,
los cismas personales y el agnosticismo
y esos vórtices negros
que iban jalonando mi camino y me enseñaban que nadie
te saca del fuego las castañas
y que ni rezos,
ni súplicas,
ni novenas o salves
te arreglan lo que no arregles tú misma.
Así que me hice militante de los designios del destino
(en algo hay que creer)
pese a las chanzas de un amigo socarrón
que bromeaba al respecto
de mi fe en algo tan etéreo e irreal
como el incierto sino.
Mas tenía razón, y tras un tiempo
renegué yo también de los azares
y empecé a creer en ese dicho que sostiene
que todo pasa por algo en esta vida
(por imbécil, por ejemplo)
y me lié a interpretar señales que yo creía ver
en cualquier parte;
y hasta me tropecé con alguien
que veía las mismas
y las interpretó del mismo modo
y ahí anduvimos ambos, como lelos,
tras le estela del cometa Halleycito
hasta que un día
se nos pasó la borrachera
y cada cual empezó a pensar en un idioma
y al cabo, las señales
marcaban direcciones diferentes
y se fueron a hacer cósmicas puñetas el amor y la armonía.
Y fue entonces
cuando dejé de creer también en las señales,
que eran, a la sazón,
la única creencia
que me quedaba en pie.

Y ahora,
rayando el medio siglo
ya no creo ni en dios,
ni en el destino,
ni en el porqué de las cosas que pasan,
ni en las señales…

Si es caso, creo
(todavía
y a saber durante cuanto tiempo)
en el amor.

Y eso sí:
también creo en mí misma.

#SafeCreative Mina Cb

martes, 8 de septiembre de 2015



A FLOTE

Vidas a la deriva,
barcas sin remos…
Tiritando de frío
viajan los sueños.

Van rumbo a la utopía
del goce eterno…
Paraísos perdidos
entre el infierno.

Se embarcaron un día;
llevan lo puesto.
Náufragos del destino
buscando un puerto.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen de Ekilikua

lunes, 7 de septiembre de 2015



AMIGOS

Hay días en los que ni siquiera la lírica puede empapar las lágrimas del alma. Días que son un descenso en picado hacia las simas del pesar. Días en los que los interrogantes se precipitan desde el cielo, curvos y ridículos, como una lluvia hiriente y pegajosa. Días de quemazón en las entrañas, de remordimientos sin motivo, de desconsuelos sin causa ni culpable.

Es precisamente en esos días cuando llegan ellos. Que intuyen de algún modo que algo pasa. Porque nos huelen. Nos adivinan. Interpretan las pistas que hemos ido dejando. Nos conocen. Y nos sienten lejanos. O torpes. O hasta desmedidamente eufóricos e hiperactivos. Y saben de inmediato que algo pasa. Y aparecen entonces con su kit de espeleología de emergencia. Y nos tienden un cabo. Y si eso no resulta nos mandan una cesta de comida. Pero no con cualquier cosa. Sino con aquello que saben que nos gusta. Y si aun así no hay forma se lanzan al abismo. Y nos cogen a hombros y trepan con nosotros a la espalda. Y nos sacan al fin de ese agujero inmenso y tenebroso al que a veces nos empuja la autocompasión cuando nos da por pensar que no nos quiere nadie.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen de Kukuxumuxu

domingo, 6 de septiembre de 2015



IDENTIDADES

Existen vidas paralelas,
yóes alternativos,
realidades que nos habitan,
agazapadas e imperceptibles,
dormitando
y a un tiempo a la espera
de poder irrumpir en la rutina
y saltarnos, feroces, a los ojos,
como un tigre famélico
para dejar al descubierto todo aquello
que siempre hemos soñado ser
y aún no hemos sido.

Pepitos grillos
impertinentes y enojosos
que escupen, lacerantes,
por entre sus renegridos colmillos
todas esas quimeras
que la vida nos ha ido haciendo amontonar
en el hondo cajón que etiquetamos hace años
con el cartel “Imposible”
y a cuyo interior jamás nos asomamos
por pura cobardía.

Se esconden en el alma identidades
con las que es necesario conversar.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: "Las dos Fridas"- Frida Kahlo

sábado, 5 de septiembre de 2015



“emos terminao”

Empiezo a echar de menos los tiempos del “Tenemos que hablar”. Esos trances angustiosos que se iban demorando y que al final se daban, tras mucho meditarlo, en medio de una atmósfera tétrica y agorera.
El tema consistía más o menos en sentarte con tu pareja y decidir cómo poner punto final a la relación que al menos para uno ya llevaba meses acabada. En quién se iba. En cómo se organizaba el tema. Y luego analizar los errores. Y llorar. Y gritar si hacía falta. Y hasta ponerse a parir el uno al otro. Y montar escenas. Tragedias griegas. Y terminar la sesión con una despedida inacabable, un rosario de reproches o un tierno abrazo en el que se descargaban todas las tensiones. O un portazo que hacía tambalearse los cimientos.
Y luego solían sucederse otros encuentros, a menudo más serenos, en los que se intercambiaban objetos, sonrisas y protestas. Y también abrazos e incluso arrebatos de pasión. Y la separación se iba produciendo de forma progresiva, suave y no traumática. Y la aspereza se dulcificaba. Y las citas se iban distanciando y al final cada cual reiniciaba la marcha sabiendo que había dejado al otro en las mejores condiciones posibles, dentro del dramatismo que el trance conlleva con frecuencia.

Ahora todo eso se está terminando. La ruptura es una escena que los cobardes demoraban hasta el infinito. Por no enfrentar los hechos. Echarle un par y ser honestos con el otro y ya de paso consigo mismos. Ahora lo que se impone son los abandonos cibernéticos. Internet y las redes sociales se lo ponen a huevo a los amigos de escurrir el bulto. Y te dejan con un watsapp. “emos terminao”. Así, sin hache y con minúsculas. Como si el amor no valiera nada. Y si se te ocurre pedir explicaciones se escaquean. Y si les mandas mensajes los agobias. Y pasan de leerlos. Y se niegan a verte, con lo cual quedas como un imbécil (o una imbécila), pegado a la pantalla, mirando a ver si el otro te ha leído y pensando en teclear en Google la palabra Kalasnikov por ir mirando precios. Y pobre de ti si te pasas de insistente, porque te bloquean y a tomar por saco. Un clic y ya no existes. Es lo que hay. Has pasado de ser el amor de su vida a no ser. A diluirte en el vacío. A hacerte mierda.
Y es que a la peña se le gasta el amor como la batería. Y si no hay enchufe cerca pues ya sabes. Ahí te quedas. Con tu cabreo, tus lágrimas y el puto móvil en la mano.

Que te entran ganas de meterlo en el microondas a ver si es verdad que explota y volar el edificio.

El suyo, claro.

#SafeCreative Mina Cb

viernes, 4 de septiembre de 2015



EL PROBLEMA

El problema fue
que te quería,
que quise guardarte,
que no lo acepté,
que acabé quebrándome,
que te hice daño,
que intenté arreglarlo,
que te hice más daño,
que acabé por perderte del todo…

El problema fue
que te quise
y que quise
que siguieras queriéndome.

Ese fue el problema.

#SafeCreative Mina Cb

jueves, 3 de septiembre de 2015



I WAS BORN IN…

Míralo bien. No es lo que parece. Es como tu hijo y no lo es. Pero no siempre fue como ahora mismo. No siempre cargó con balas de cañón. No siempre sus ojos estuvieron, como ahora, habituados a la demencia y a la muerte. Nació un día en un país lejano, tal vez vino al mundo envuelto entre las rudimentarias asepsias de algún hospital o tal vez lo hizo en casa, rodeado de mujeres armadas con palanganas, tijeras y paños blancos.
Una vez en el mundo su madre lo colocó sobre su pecho y lo alimentó por primera vez, del mismo modo que ya había hecho en otras ocasiones con el resto de su numerosa prole. Y le pusieron un nombre. Puede que incluso sus primeros sueños fueran velados por sus hermanas, niñas de pocos años que le cantaban canciones de la tierra… canciones que habían aprendido cuando, como él, empezaban a despertar a la vida. Fue ese su primer contacto con la lengua en la que más tarde pondría nombre a todas las cosas que le rodeaban, y aprendería a pedir agua cuando tenía sed. Y seguro que también fue uno de esos seres próximos quien un día lo cogió de la mano para ayudarle a dar sus primeros pasos.
Y poco a poco ese bebé fue convirtiéndose en un niño que pasaba, como todos los niños de la tierra, sus días entre el cole, la familia y los juegos con sus amigos, hermanos y vecinos.

Hasta que un día el frágil equilibrio de su pequeño país se quebró. Y las calles se llenaron de armas y de ruido. Y las gentes que salían de casa para ir al colegio, al trabajo, al mercado, a veces no volvían nunca. Y se acabó la infancia, y los juegos en cualquier lugar. Y la angustia y el miedo se convirtieron en algo tan habitual que terminaron por integrarse en la existencia, como lo hacen el sueño o la fatiga. Y el niño dejó de ser un niño para convertirse en un superviviente.

Que es lo peor que puede sucederle a un niño.

#SafeCreative Mina Cb


EL ANODINO E INCIERTO DESTINO DE LAS GRAPAS

Nunca hasta hoy me había preocupado por ellas. Por las grapas digo. Pero esta mañana en el ayuntamiento he tenido una revelación. Y es que, como diría mi admirado Luis Piedrahíta:
¿Adónde van las grapas que ya no sirven para grapar?
Que a mi jamás se me había pasado por la cabeza esta inquietud, pero es que hoy me he dado cuenta de que las pobres yerran sin destino ni finalidad precisos hasta llegar, picudas y herrumbrosas, al final de su metálica existencia.

Ha venido esta reflexión de la mano de un trámite rutinario, uno de esos cientos de papeles que se procesan cada día en un ayuntamiento; un formulario cumplimentado y grapado en la cuarta planta y desgrapado para ser fotocopiado en la planta baja. Normal puesto que no te van a dar los papeles sueltos, que lo mismo se te pierden o se te desordenan y luego ponen las páginas cambiadas y ya está armado el lío. Pero el tema no está ahí. El tema es que el funcionario que me ha atendido, un chico muy amable, ha soltado la grapa y la ha dejado caer en un recipiente de plástico que tenía a su derecha. A mí se me han puesto los ojos como platos al ver la montañita de hierrajos niquelados, con sus patitas afiladas mirando en todas direcciones, brillantes y satinados como colas de cometa.
“¿Yqué hacéis luego con todas esas grapas?”- le he preguntado, casi en un chillido mientras pensaba que es una pena no conocer a nadie que pueda estar interesado en elaborar manualidades con grapas inservibles.

“Las metemos aquí”- me ha dicho, mostrándome otro recipiente plástico aún mayor que guardaba en un armario a sus espaldas- “Y luego ya van a otro más grande… y luego a otro… Y así hasta el final. Como la vida misma”

Y ha seguido gestionando mi petición, atento a su trabajo, escribiendo cosas y haciéndome preguntas.
“¡Jo… si las echaseis a la basura se os romperían todas las bolsas!”- he murmurado.
“Tú sigues con las grapas, ¿no?”- me ha dicho sin dejar de teclear.

Y yo le he respondido que sí.
Que me parece un tema apasionante.

#SafeCreative Mina Cb

miércoles, 2 de septiembre de 2015



RAÍCES DE REGALIZ

Te quedaste en Madrid:
raíces de regaliz,
corazón bohemio.

Te enganchaste al neón;
quemaste pronto el motor.
Te creíste eterno.

Te olvidaste del mar;
quisiste sólo volar
sin mirar al suelo.

Y ahora toca caer;
volver a casa otra vez…
Despertar del sueño

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Obra de F. Guzmán

martes, 1 de septiembre de 2015



INTERCAMBIO


Quisiera prevenirte
de que estoy bastante triste
y de que seguramente
lloraré
(puede que mucho
y que desconsoladamente)
mas no con la intención de acongojarte
o de hacerte chantaje emocional,
sino con la simple finalidad
de vaciar mi alma,
demasiado cargada de tristeza
y frustración.
Quisiera que olvidaras algo en casa
(no sé… las botas, por ejemplo)
pero no por quedarme allí
y albergar una esperanza
sino para poder citarnos otro día
y verte…
Sólo verte
sentado frente a mí.
¡Cómo duele tan sólo mirar cuando aún se ama!
¡Cómo duele el adiós!
#‎SafeCreative‬ Mina Cb
Imagen: La libreta de Neka