martes, 15 de marzo de 2022


 

DE GUATEVID A GUATEORITO

Si es queeeeee… No salimos de una y nos metemos en otra. Cuando parece que ya Omicron va camino de llegar a Omega y diluirse en el infinito del alfabeto vírico nos llegan la guerra de Ucrania, la subida de los combustibles, el aumento de la inflación y ya, para rematarla, el anuncio para el seis de mayo de la llegada de un objeto “potencialmente peligroso” que podría impactar contra la tierra en pleno mes de comuniones, bodas y demás eventos familiares. Y aun encima en viernes, que lo acabo de mirar, y si me apuras hasta al atardecer, cuando ya nos hayamos metido entre pecho y espalda una semana de curro y a la hora de salir de terraceo, que también es mala baba. Que vale que si tiene que llegar el meteorito pues que llegue, y que deje solos a los árboles y a las plantas, que no nos necesitan para nada, pero jopetas, que sea el uno de agosto porfi, y de madrugada, o sea que nos pille durmiendo la mona del Pobre de mí y que a Toquero le dé tiempo de colgar un puñado de selfies en las redes, que se muere de ganas. Y que además ya de paso la brigada de limpieza se ahorre el currazo de quitar la suciedad, porque después de dos años de abstinencia, la recuperación de las fiestas va a dejar mi barrio hecho unos zorros. Por no hablar de los fabricantes y repartidores de cerveza, que se van a quedar desabastecidos hasta Navidad. Así que oye, ya que se ponen a vaticinar, que manden algún dron o alguna cápsula que desvíe el meteorito y que se vaya hacia otro lado, o si no por lo menos que llegue, si no del 31, después del 26 de julio.

Que me hace ilusión que este año el loro vea la procesión.

#SafeCreative Mina Cb

Nota: Ahora resulta que dicen que era un bulo.

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