TXUPI
Con Txutxín, Txentxo y Pepotxo
iré este año al Txupinazo,
la txapela bajo el brazo
y un katxi de kalimotxo.
Almorzaremos pintxikos,
txistorrika y bien de pan
y un txupito patxarán
pa no acabar muy txispikos.
Y al eskutxar el txuntxún
de las txarangas llegando
la peña se irá atxutxando
y el txampán hara txis púm.
#SafeCreative Mina Cb
EL ALARGUE
Hoy debería de ser
la despedida y el cierre
mas seguirá, erre que erre
después del amanecer
lo del comer y el beber.
Y a mí, que queréis que os diga,
me toca un poco la higa
(seis días es suficiente
si el ruido es omnipresente)
que esto todavía siga.
#SafeCreative Mina Cb
PENDONEO
Volviendo el viernes a casa
y sin saber las razones
encontré nuevos pendones
y me pregunté ¿qué pasa?
¿Va a venir acaso el rey
(el que no va para reo)
o es que ahora el banderoleo
lo han implantado por ley?
¿O es que acaso, ya que al fin
van a salir los gigantes
nos ponen los gobernantes
adornos de alto postín?
Mucha tela hay que cortar
en las calles de este barrio
y en favor del vecindario
mucha tela hay que gastar.
Más tareas de renuevo
y menos trapos en balde,
que lo que es con este alcalde
vivimos en el Medievo.
#SafeCreative Mina Cb
EL VEINTISIETE
(nos han dejao solos)
Amiguitos y amiguitas, esto se acaba. Ya se fueron Santiago y Santa Ana y hoy es esa jornada de transición en que toca decidir si seguir o largarse hacia la casa del pueblo o el hotelito de la playa. Es el último día de la txozna del Tutera jaiak, y mira que me jode porque sólo he ido dos veces, pero es que una ya tiene una edad y lo de trasegar alcohol hay que dosificarlo si lo que se pretende es llegar al 31 viva. Y con tanta oferta no había manera de dar para todo. Tanta oferta y tanto mogollón. Hasta ayer, porque que me da que hoy y mañana sólo estaremos los de casa. Y digo hoy y mañana ya que Viernes y Sábado, con esto de la prolongación, se volverá a petar Tudela te forasteros con ganas de fiesta que por lo menos darán el relevo a los ausentes y terminarán de llenar la caja de los hosteleros, que a algunos se les está yendo la mano pero bien. Y volverá el estruendo del principio pero ya no será igual. Porque los que deambulen por las calles de lo viejo irán con calzado limpio y ropa de bonito. Y olerán a colonia y no a zurracapote. Y no se producirán los encuentros efusivos del día 24. Ni llevarán en los ojos ese brillo que llevábamos nosotros el domingo camino de la Plaza. Ni tendrán la misma ilusión, ni la misma fuerza, ni las mismas ganas. Porque nosotros, tudelanos, tudelanas, pese a que todavía queden cuatro días, ya nos hemos comido las fiestas de este año. Y aunque nos vayamos a Salou, o al pueblo, o incluso nos quedemos y al fin de la jornada volvamos a casa con la ropa limpia, sabemos que la mejor parte de esta historia se va a quedar para siempre a nuestro lado, descansando en el más bello rincón de la memoria.
Ya falta menos.
LOS CINCO SENTIDOS
Dentro de un rato ocurrirá otra vez y será como si el tiempo no hubiera pasado. Comenzará el volteo de campanas acompañando al chasquido de las sillas de tijera que los vecinos despliegan en la calle. Se sentirá el murmullo cada vez más alto de quienes se instalan con tiempo y los gritos de los niños se escucharán de nuevo en mi salón. Se oirán saludos, risas y conversaciones en voz alta. Se pondrán al día los amigos acerca de la salud y los afectos, que son realmente las cosas importantes, mientras los abanicos bisbisean desde lo fresco del portal.
Más tarde llegará la música. Sonarán a lo lejos tambores y gaitas y pasarán al poco, erguidos e imponentes, los gigantes ante mi balcón. Veré otra vez la rosca de Catalina de Foix y el impasible perfil de Sancho el Fuerte y disfrutaré del vuelo de sus capas cuando tomen la curva hacia San Nicolás. Después vendrá el desfile en blanco y rojo y su inconfundible esencia de cirios y albahaca. Y el escueto San Joaquín y luego ella, dorada y majestuosa, rodeada de flores y suspiros, cuánto te hemos echado de menos, le diré bajito cuando llegue hasta mi vera. Y luego más campanas y el cuarto sentido, o sea la piel, cuando todo el vello del cuerpo se me erice al presenciar el recibimiento de gaiteros y gigantes a la santa en la puerta de la Plaza Vieja. La Jota de Tudela.
Y por fin el gusto de esa primera cerveza fresca al sol y con amigos. Y ese olor a fiesta grande que lo impregna todo. Y la sensación, un año más, de que el mundo ya puede acabarse.
#SafeCreative Mina Cb
HA VUELTO A SUCEDER
Sales para la plaza a toda pastilla, como de costumbre. Que por mucho propósito de enmienda que hagas todos los años llegas con el tiempo justo. Vas por la calle como en una nube, sin enterarte bien de lo que pasa. Hace calor y hay gente. Mucha gente. Más a medida que te acercas al lugar. Te comes, con lo bien que quedaría en ese momento el "Hola Don Pepito", el “Y viva España” de Manolo Escobar sin saber si reír o llorar y luego empieza. Y sigues sin pisparte. Tan sólo estás y ya. Suenan bombos y timbales y se escucha lo del Tudelanos, tudelanas y el primero sale rumbo al cielo. Pum. Y aún así no te lo acabas de creer. Ni siquiera cuando pasa delante de tus ojos la charanga de la Andatu. O cuando cae la primera caña fresca. O cuando el “Bomba” de King África te revienta los tímpanos.
Sólo cuando empiezas a mirar con otros ojos te lo crees. Cuando aparece gente a la que apenas ves y te saluda. Cuando un amigo te da un abrazo que te deja sin respiración. Cuando alcanzas ese estado indefinible en que el reloj se va al carajo y ya te da igual todo. Cuando pierdes la cuenta de las rondas y de los abrazos y al final, rendida de hambre y de cansancio, asientas tus posaderas en el escaloncillo de un portal (la calle Rua a la altura del Rancho Grande es mi sitio favorito) y te quedas contemplando el carnavalesco desfile que fluye en ambas direcciones mientras esperas a que llegue el bocadillo. Y es precisamente entonces, al fijarte una por una en todas las personas que recorren, con sus pañuelos rojos, sus ropas ya manchadas, sus sombreros de paja y sus gafas de colores, las estrechas calles de lo viejo, cuando te das cuenta de que sí.
De que por fin ha vuelto a suceder.
#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Diario de Noticias
TICTAC, TICTAC
Son las diez y aquí estoy, como un flan. Que ni la primera vez que quedé con un chico me puse tan nerviosa. Seis veces he planchado ya el pañuelo. Y llevo toda la noche desenroscando la faja y volviéndola a enroscar. Lo de la ropa no tanto, que desde que supe que este año sí me lo probé todo y después me puse a dieta, no fuera a ser que al cabo de dos años, en el último momento lo echase a perder todo. Hasta el vaso reutilizable tengo ya, que lo pillamos anoche en el concierto de Timbakada.
Miedo me dan, eso sí, las zapatillas, que en el 19 las compré a última hora y lo mismo luego me van a rozar. Son rojas, como los chapines de Dorothy, la del Mago de Oz. Hace siglos que desterré las de cintas porque son un peligro y yo soy torpe. Pero vamos, que aún así me las he puesto para ensayar los pasos de la Jota de Tudela. Que es de lo único que me acuerdo, como se entere el Balma me arranca la cabeza. La Jota a medias, el Zortziko malamente y de la Era no quiero ni hablar. Hasta lo he intentado con los tutoriales del Youtube y no hay manera. No es lo mío.
De lo de empinar el codo sí me acuerdo. Y de lo del bote. Y de vigilar a quien lo lleva y si detecto que se da a la fuga irme detrás. También estoy practicando lo de los abrazos con el gato. Y algún rato me he metido entre la estantería del salón y la pared para ensayar los agobios y los empujones. Y estos días de calor me he estado echando agua por encima con una regadera, que así tengo el parquet. Y al mismo tiempo cantaba a voz en grito para ver si al día siguiente me levantaba afónica. Y he ensayado los “Vivas” del cohete, que la mayoría de los años con el segundo no puedo porque me emociono y me salen lastimeros. Y llevo también semanas descorchando botellas de cava del barato y regado al loro y al gato. Que tengo las paredes a juego con el suelo. Pero oye, que ya lo limpiaré otro día. Hoy desde luego no. Que hoy lo que toca es darlo todo. Desde el minuto cero.
Aún así, no sé, hay algo que no cuadra y no sé lo que es. Y mira que lo he repasado todo veinte veces: la ropa blanca, el vaso, la faja, el pañuelo, las zapatillas, la botella de cava, la cartera con bien de perras, los cuatro paso de la jota de Tudela... Lo he puesto todo, salvo los pasos de la jota, encima de la cama y he hecho mil recuentos, o sea que lo del olvido es una paranoia mía, pero no obstante lo voy a volver a comprobar: la ropa blanca, el vaso, la faja, el pañuelo, las zapatillas, la botella de cava, la cartera con bien de perras, los cuatro paso de la jota de Tudela… Voy a ponérmelo todo para evitar dejarme algo y mientras miro avanzar el reloj iré ensayando los pasos de la jota, tictactictac, cuando falte un cuarto de hora me voy para la Plaza, qué nervios, qué emoción, me meo de gusto sólo de pensarlo: los timbales, las charangas, el gentío, las botellas descorchándose, los pañuelos en alto… Y sin tener que ir a currar encima… Y al fin esas palabras: “Tudelanos, tudelanas….” Va a ser increíble, qué gozada, cómo lo voy a disfrutar...
¡Qué ganas tengo de que dé la una!
#SafeCreative Mina Cb
QUE FUERAN ELLAS
Venga. No seas cobarde. Confiesa que alguna vez lo has hecho. Que te las has perdido. Que te han pillado currando fuera. O te mandaron tus padres de colonias. O resulta que tenías un churri que las odiaba y acabaste en Salou, llorando a lágrima viva ante una pinta en un bar de alemanes a las 12 del día 24. Y reconoce también que alguna vez ese amigo, esa amiga tuya te falló, y que deambulaste por lo viejo como alma en pena, enganchándote a todas las cuadrillas que encontrabas aún a sabiendas de que te faltaba medio corazón. O que te pasó como a Sabina, que esa chica del bar no estaba al verano siguiente y te hartaste de llorar donde Ribotas, aprovechando que los colegas no te oían por el alboroto de los fuegos. Y estuviste pero fue como si no estuvieras.
Reconócelo. No pasa nada. Todos hemos sucumbido y algún año hemos faltado. Y hemos sentido ese nudo en el estómago que se forma cuando sabes exactamente que está sucediendo y escuchas en las entrañas el sonido del timbal y ese chasquido del primer cohete deslizándose hacia lo alto y el atronador barullo que acto seguido llena la ciudad. Reconoce que algún año te ha pasado. Que te las has perdido. Que ellas estaban ahí y tú no.
Lo que nadie se podía imaginar era que llegase a suceder todo lo contrario.
Esto es, que las que faltasen fueran ellas.
#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Javier Larreta
DESDE LA PLAZA HACIA EL CIELO
Este domingo a las doce
vamos a saldar la deuda
que hay entre los tudelanos
y todas las residencias.
Y es que, aunque ya no es posible
resucitar a los muertos
ni olvidar lo que ha pasado
o echar hacia atrás el tiempo
sí que se pueden tener
detalles tan excelentes
como hacer que sean ellos
quienes lancen el cohete
para que así la memoria
de todos los que se fueron
suba, entre pañuelos rojos,
desde la plaza hacia el cielo.
Aunque, y ya que nos ponemos,
tampoco estaría mal
mejorar las condiciones
en que se halla el personal
y que la próxima vez
que salgan a dar candela
se congregue en el lugar
todo el pueblo de Tudela.
#SafeCreative Mina Cb
Y ahora, si se me permite,
propongo que, por justicia,
el del 2023
lo tire Jesús Marquina.
YA NO QUEDA NADA
Hoy es día veinte.
Ya no queda nada.
Sube hasta el altillo.
Busca aquella caja.
Mírala despacio.
Quítae la tapa.
Saca la camisa,
la boina y la faja,
la falda de picos,
y las alpargatas,
el pañuelo rojo…
Y enciende la plancha.
Siente cómo huele
la seda al rozarla
la cálida suela
gris y satinada.
Haz cuatro dobleces
y acerca a tu cara
la prenda, aún caliente,
por fin preparada
(visible el escudo
bien liso y sin manchas)
para el gran momento
que todos aguardan.
Hoy es día veinte.
Ya no queda nada.
#SafeCreative Mina Cb
FOTOS
Ya ha llegado, qué fatiga
la tortura de las fotos:
en Instagram, en el Feisbu,
en los mensajes… Por todo.
El selfie en la terracita
del garito frente al mar:
los niños en primer plano
y los papis por detrás.
La acampada en la montaña
con el perro ante la tienda,
sacando pecho el andoba,
poniendo morritos ella.
El paisaje incomparable
con esa puesta de sol
que aparece, sonrosada
tras un polo de limón.
La odisea aventurera
por el África salvaje
o el vuelo en ultraligero
sorteando los Apalaches.
El nota que se ha metido
en la Fontana de Trevi
o el que organiza en Siberia
una convención de heavys.
La fotito en el desierto
en camello y con turbante
y Nueva York, cómo no
con Miss Liberty delante.
Vosotros, seguid, seguid
colgando vuestras andanzas:
que tenga claro el okupa
que está vacía la casa.
#SafeCreative Mina Cb
