domingo, 28 de noviembre de 2021


 

CINCO COSAS BONITAS

Hace no demasiado pasé por una de esas rachas de dormir malamente. Tenía algo incrustado en el cerebro que no acababa de salir y me costaba un horror conciliar el sueño, amén de que me despertaba varias veces a lo largo de la noche. Busqué el el Google, que lo sabe todo, remedios que no pasaran por la química, y hubo uno que me llamó la atención especialmente. Consistía (eso es obvio) en aparcar los malos pensamientos (qué fácil es decirlo) y en centrarse en recordar cinco cosas bonitas que te hubieran sucedido a lo largo de la jornada. La técnica, la verdad, me sirvió de poco (no pienses en un elefante rosa), pero me gustó y la puse en práctica. Y es sorprendente cómo cada noche, a mal que se hubiera dado el día, podía rescatar cinco buenos momentos junto a los que adentrarme en el mundo de los sueños. A veces me costaba, porque al principio buscaba instantes excepcionales, de esos que merecerían brillar en un escaparate con luces de neón, pero poco a poco me di cuenta de que hay pequeñas ráfagas de dicha que salpican la existencia y que merecen ser tenidas en consideración: el olor a café por la escalera, el primer bocado de un plato exquisito, el sol asomando entre las nubes en invierno, la tontería que una amiga te pasa por whatsapp o hasta tu mascota haciendo una de las suyas. Y poco a poco he ido cogiéndole gusto a esa costumbre de los bocaditos de felicidad y ahora hay noches en que me pongo a recordar y para mediodía ya tengo las cinco, y si sigo sumando salen siete, ocho diez… Lo paradójico es que como ahora caigo como un tronco, muchas veces me duermo a mitad del recuento, y tengo que volver a empezar por la mañana.

Si tengo tiempo, claro...

#SafeCreative Mina Cb

No hay comentarios:

Publicar un comentario