A OSCURAS
El día que llegó no sabía que ellos acababan de marcharse. Simplemente se coló por entre una de las rendijas de la persiana entrecerrada y empezó a pasearse por la estancia. Le gustó aquel lugar, curvo y metálico, tan próximo a la techumbre de material poroso que el sol calentaba a mediodía y en la que se alojaban toda clase de pequeñas alimañas. Era feliz allí, estirando sus patas peludas, acicalándose, trepando y descendiendo por los hilos de su red blancuzca y pegajosa. Se sabía temida y poderosa, la más grande amenaza del lugar, aquélla a la que todos respetaban y miraban desde lejos, suplicantes y anónimos, sabedores de que éste podía ser el último día de su vida.
Algo turbó la calma de repente: un estruendo de ruedas y chirridos, y un vibrante motor que puso en marcha el mecanismo de apertura de la puerta. Y unos faros redondos y amarillos que agrandaron las sombras del garaje, dibujando al instante las siluetas de arquetas, tableros, bidones y un sinfín de herramientas y cachivaches varios.
Se detuvo el vehículo. El conductor salió del mismo y accionó el interruptor. Y la blanca luz salió a raudales del redondo foco.
Y entonces supo que todo había terminado.
#SafeCreative Mina Cb
Imagen de Lumina Terris
El día que llegó no sabía que ellos acababan de marcharse. Simplemente se coló por entre una de las rendijas de la persiana entrecerrada y empezó a pasearse por la estancia. Le gustó aquel lugar, curvo y metálico, tan próximo a la techumbre de material poroso que el sol calentaba a mediodía y en la que se alojaban toda clase de pequeñas alimañas. Era feliz allí, estirando sus patas peludas, acicalándose, trepando y descendiendo por los hilos de su red blancuzca y pegajosa. Se sabía temida y poderosa, la más grande amenaza del lugar, aquélla a la que todos respetaban y miraban desde lejos, suplicantes y anónimos, sabedores de que éste podía ser el último día de su vida.
Algo turbó la calma de repente: un estruendo de ruedas y chirridos, y un vibrante motor que puso en marcha el mecanismo de apertura de la puerta. Y unos faros redondos y amarillos que agrandaron las sombras del garaje, dibujando al instante las siluetas de arquetas, tableros, bidones y un sinfín de herramientas y cachivaches varios.
Se detuvo el vehículo. El conductor salió del mismo y accionó el interruptor. Y la blanca luz salió a raudales del redondo foco.
Y entonces supo que todo había terminado.
#SafeCreative Mina Cb
Imagen de Lumina Terris
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