THE SHOW MUST GO ON
¡Ya está! Ya tengo la solución. Tanto tiempo pensando en ese negocio redondo y se me acaba de ocurrir. Y además en un sector en plena expansión, porque en este país hay cada vez más viejos, de modo que enfocar el autoempleo hacia ellos es lo más rentable, dicen. Claro que no pienso dedicarme a la geriatría, que ya tengo bastante con las agüelicas del súper contando las monedas. No. Voy a montar algo mucho más divertido y creativo, qué demonios. Y hasta creo que sé a quien le voy a ofrecer que sea mi socio. Y es que tengo un amiguete tanatoplasta con el que esta idea iría superbien. De hecho, más de una vez hemos dejado ojiplática a la concurrencia cuando bromeamos acerca de que, si me sobrevive y tiene que arreglarme, me ponga una nariz de payaso. Ya lo he hablado con mi madre, que ni siquiera puso cara rara la mujer, y es que debe de estar curada de espanto. Y luego ya tengo un amigo guitarrista que se está aprendiendo el "Going home", de Mark Knopfler. Pero sin prisa. Y es que yo había pensado en algo en plan informal, así con el cadáver en una enorme bandeja y un buen chorretón de licor para flambearlo. Porque lo de la tumba no me mola y lo del horno me parece muy tristón. Y con la nariz, la guitarrilla y el flambeo como que será otra cosa. Yo me imagino el "¡flosssh!" y al personal quemándose el flequillo y digo, pues mira, sí, igual esto me va. Lo de la nariz de payaso también lo hemos hablado y ha de ser de cartón, que quemar plástico contamina un huevo. Lo difícil va a ser la licencia para el flambeo. Claro que de aquí a que me toque las cosas habrán cambiado mucho.
Y es que a eso es precisamente a lo que voy; que lo del irlandés ese que habló desde la tumba me ha dado una idea:
Voy a montar una empresa de funerales alternativos. Algo en plan despedidas de soltero pero sin pollas ni separación de sexos. Y es que vale que morirse es triste, pero mira los mejicanos, ahora que llega todos los santos, que montan un guateque. Claro que lo mío va a ser más profesional, tipo proponer al futuro finado que haga una grabación para emitirla en plan psicofonía, o incluso una sorpresa en medio de un entierro de los de toda la vida en que una tipa en modo Woopy Goldberg se haga la poseída, ponga a caer de un burro a la familia y les confiese que ha donado el patrimonio a una protectora de hámsters... o vedettes o boys, según las preferencias del finado... en fin, algo original que anime el cuerpo de los que se quedan. Y que haga que vayas a los funerales con otras expectativas; que hasta la fecha ya sabes que vas a pegarte la llorera y lo mismo hasta pasas, pero que de este modo la peña se apuntará al sepelio en masa, e irán con el palo del selfi a fotearse delante del cadáver disfrazado, qué sé yo, de Nefertiti, que mi colega es muy profesional e iba a clavar el parecido. Y luego ya, de fondo, pones un photocall con jeroglíficos y lo petas.
¿Que no?
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