sábado, 1 de mayo de 2021


 

TODO LO QUE ES NECESARIO PARA TRABAJAR EN UN SÚPER, AUNQUE NO TE LO PIDAN EN EL CURRÍCULUM
(Basado en hechos reales y para que te lo pienses dos veces antes de decir que ese trabajo “lo puede hacer cualquiera”)

Titulada en lenguas extranjeras: Cuando alguien que no sabe una palabra de español quiere comprar un frasco de alcaparras.

Educadora: Cuando un niño va por ahí aporreando el mobiliario y le tienes que llamar la atención tú porque sus padres no lo consideran necesario.

Inspectora de sanidad: Cuando tienes que recordarle al comprador que para tocar la fruta hay que ponerse guantes.

Esteticista: Cuando la ancianita de 80 te pide una crema que le quite las arrugas.

Campeona mundial de Tetris: Cuando el cliente tacaño se empeña en que le metas una compra de 50 euros en una sola bolsa y lo consigues.

Segurata: Cuando sospechas que alguien ha entrado a robar y tienes que seguirlo.

Mecánica: Cuando se atascan los sistemas de anclaje de los carros y has de intervenir para que el usuario pueda recuperar su moneda.

Geriatra: Cuando tienes tres viejecitas en la cola, cada una con sus características particulares, que son muchas, e intentas tratarlas como tratarías a tu madre.

Mediadora de la ONU: Cuando alguien insulta a un inmigrante.

Farmacéutica de guardia: Cuando, en el momento en que estás bajando la persiana, alguien pretende colarse, haciendo el gesto de ruego con las manos, a por “leche para el niño” (es la excusa más vieja del mundo y en realidad van a por cerveza).

Matemática: Cuando te pagan en monedas de distinto tipo una compra de 40 euros.

Intérprete: Cuando has de descifrar la palabra clave para saber qué te está pidiendo el cliente (Ejemplos: El “Zup” por el 7 Up o “Las galletas de Rajoy” por las Chips Ahoy)

Peluquera: Cuando una gitana morena como un tizón te pregunta si le cogerá el tinte rubio platino de marca blanca.

Pediatra: Cuando le recomiendas a la abuela que no debería darle Benecol al nieto, por mucho que a la criatura le gusten los yogures líquidos y además estén de oferta al 3x2.

Terapeuta de pareja: Cuando un matrimonio aprovecha sus diferencias en cuanto al criterio de embolsado para empezar a sacar trapos sucios y tratan de que tomes partido por uno de los dos.

Asistente social: Cuando tienes que afearle la conducta a un hijo por lo mal que trata a su anciana madre.

Cocinera de Master Chef: Cuando no saben qué sal hay que usar para marinar el salmón.

Corredora de fondo: Cuando alguien que lleva escondida una botella de Jack Daniels hace pitar el arco de seguridad y tienes que salir tras él a toda mecha.

Psicóloga: Cuando la persona que se siente sola va al súper a que le des conversación.

Especialista en numismática: Cuando intentan colarte un billete falso o una moneda sin valor de otro país.

Mediadora familiar: Cuando una familia se pone a discutir y no hay forma de que recojan y te dejen seguir con tu trabajo.

Dietista: Cuando le tienes que decir al cliente que si tiene diabetes es mejor que no se coma la mermelada de ciruela a cucharadas.

Chica de alterne: Cuando un baboso te pregunta qué haces a la salida del trabajo.

Técnico en sistemas de seguridad: Cuando se atasca el mecanismo de apertura de una taquilla y has de forzarla para que el interesado recupere sus pertenencias.

Lectora personal: Cuando al cliente no le sale de las narices traer las gafas y tienes que andar leyéndole las etiquetas tú.

Guardia de trafico: Cuando te ves en la obligación de explicarle a un niño que no puede ir a toda pastilla con el patinete por el súper ya que sus padres pasan de hacerlo.

Sexóloga: Cuando te piden especificaciones acerca de los preservativos o se sacan del bolso el vibrador para que les suministres las pilas adecuadas.

Técnico en primeros auxilios: Cuando a alguien le da un parraque y has de reaccionar y prestarle los cuidados básicos mientras llega el 112.

Adivina: Cuando se dejan algo “y no saben qué”.

Diplomática: Cuando se monta un pollo en la cola porque alguien intenta colarse y has de resolverlo sin que se produzcan víctimas.

Hepatóloga: Cuando tienes que decirle al mendigo del banco de la puerta que no debería llevarse otro tetrabrik de vino. Al menos hoy.

Retratista de familia: Cuando un vecino entra buscando a su padre, hermano, cónyuge… y da por sentado que tú vas a saber de quién te habla.

Sanadora de Reiki: Cuando un cliente que lo está pasando mal se te echa a llorar, dejas lo que estés haciendo y le das un abrazo de esos que derriten los casquetes polares.

Actriz: Cuando te están tocando mucho, pero mucho, las narices, y a cambio exhibes la mejor de tus sonrisas.



#SafeCreative Mina Cb

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