EL CORTIJO DE LA CHE

Va a hacer de aquí a un mes un año
que se cerró España entera
y nos quedamos en casa
por culpa de la epidemia.

Casi dos meses duró
lo de la cárcel aquélla
hasta que en mayo se fue
levantando se la cancela.

Fueron volviendo al trabajo
poco a poco las empresas,
fueron abriendo los bares,
fueron abriendo las tiendas.

los hoteles y los parques
y luego hasta las fronteras,
animando así el verano
la geografía costera.

Y una vez llegó septiembre
tras dudas y pejigueras
se abrieron, con mucho miedo,
finalmente las escuelas.

Y a finales de diciembre
tras mil ensayos y pruebas
se estrenaron las vacunas
y la esperanza con ellas.

Han pinchado en hospitales,
han pinchado en residencias,
y al cabo la inmunidad
poco a poco se incrementa.

Un año casi, repito,
hace que se echó la verja
al recinto del Bocal
al tiempo que a España entera.

Y tras un año, repito,
y esta vez es la tercera,
el Bocal sigue cerrado
y nadie sabe a qué esperan

los señores de la CHE
para levantar la verja.
Dos o tres días lo abrieron
cuando aflojó la pandemia

y volvieron a cerrarlo,
según ellos argumentan,
porque la gente pasaba
de hacerles caso a las reglas.

Esto fue en el mes de junio
y al parecer no hay manera,
esté el virus como esté,
de que reabran las puertas.

Llaman al Bocal Cortijo
de la CHE, y es cosa cierta,
pues cual caciques se portan
de rancias y viejas de épocas.

Ni tuvo el Ebro señor
ni ahora tenerlo debiera
y, de tener señorío,
sería de la Ribera.

Que mantener el cortijo
nuestros impuestos nos cuesta
y no es justo que lo goce
solo quien sus llaves tenga.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: José Miguel Jiménez Arcos