jueves, 3 de diciembre de 2020


 

 “PARA SOLTEROS EXIGENTES”

El otro día me inscribí en una web de contactos. No por necesidad ¿eh?, que yo no soy de ésas, sino para investigar y escribir luego un ensayo sobre el tema. Elegí un portal para solteros exigentes. Que menos mal, porque allí andaba lo peor de cada casa, no sé cómo serán los de solteros que no exigen. Aunque a lo mejor es que no es, además, para solteras exigentes y el muestrario femenino es más apetecible mientras que el masculino deja bastante que desear. 
En fin... a lo que iba: Puse una foto en la que no se me conoce, casi de la primera comunión, como pasa en muchas esquelas, y me inventé más del cincuenta por ciento de la información y allá que me lancé, a la caza del amor de mi vida, que en algún sitio ha de estar ya que, según una buena amiga mía, cada sopera tiene su cobertera.

Pero me da que yo más que sopera debo de ser ensaladera porque la cosa me fue sólo regular. Quiero decir que lo del hombre de mi vida nones Más bien me salen hombres de mi noche. Y sólo de una, que tampoco es que haya que ser muy exigente, pero también una tiene su autoestima y para follar con cualquiera pues se pilla un Satisfyer, que además no le da una patada al gato por pesado. 
Claro que como toda moneda tiene dos caras, luego están los que lo que quieren es un para toda la vida, que eso aún me da más miedo porque al final pretenden que ponga en la calle al gato para ocupar su espacio en el sofá. Y llevarme a comer con la familia los domingos y que los acompañe del brazo a las bodas y a los funerales (ya más a los segundos que a los primeros, la verdad)

Y no. 

Que ojo, a lo mejor lo que sucede es que yo soy muy rara y que los maduritos interesantes se van con tías más normales a ocupar en el sofá el lugar del gato. O que como no pongo fotos en plan vampiresa de la noche los que se fijan en mí son los desesperados. En fin... el caso es que, como de mi edad no me salía nada presentable y sin embargo me entraban un montón de pipiolos, me hice la Misis Robinson y quedé con un chaval de 24 que me juró y me perjuró que vivía solo y, cuando estábamos acabando la faena en el salón, yo gimiendo como una perra, con las tetas saliendo del sujetador aún puesto y a cuatro patas y el chico empotrándome por detrás con un sombrero de vaquero, el brazo izquierdo en alto empuñando un rifle de plástico y una pañoleta ondeando al viento en la otra mano, aparecieron sus padres por la puerta y oh, sorpresa, con él había estado liada en mi juventud (y me había pretendido nuevamente por la web de solteros exigentes) y ella me había entrado por el Facebook hacía algunos meses con proposiciones lésbicas.

Así que me he borrado de la página y ahora, visto mi éxito entre los mozalbetes, y para darle otro punto de vista al ensayo que preparo, creo que me voy a hacer un Tinder, que igual son menos exigentes pero al menos no me tropezaré con los padres de los críos. 

#SafeCreative Mina Cb

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