DONDE NACÍ
No fue elección mía: fueron ellos quienes una noche, supongo, decidieron instalarme ahí, un minúsculo germen llegado desde no se sabe dónde y que recaló en esta parte del planeta por accidente, del mismo modo que podía haberlo h...echo en la gélida Alaska, en la estoica Suiza o en la deprimida Etiopía.
Fue el azar, siempre casquivano, quien decidió ubicarme en este lugar donde el agua brota de los grifos, el sol de las bombillas y el fuego de los mecheros. Y quien me puso dos patas en lugar de cuatro, y me permitió ir a la escuela, y aprender a leer y a escribir, y gozar de la suerte de poder ser niña, de tener amigos, de estrenar juguetes, de disfrutar del derecho a decidir, o por lo menos a soñar, qué quería ser de mayor. Y a llegar a serlo, mayor digo, sin morir antes de una diarrea o de una gripe, o sin que una pandilla de salvajes me arrancase el clítoris con un filo oxidado. Y una vez llegada a la edad adulta, pude al fin escoger mi destino, y tuve derecho a equivocarme y hasta a rectificar, y la vida me dio segundas, terceras y hasta cuartas oportunidades, y cuando enfermé me curaron. Y cuando me hirieron pude defenderme.
Y todo esto, lo sé, sólo ha sido un accidente: una lotería. Un conjuro cósmico que me envió a este, y no a ningún otro lugar donde mi vida hubiese sido bien distinta.
Porque nadie elige quién es.
#SafeCreative Mina Cb
No fue elección mía: fueron ellos quienes una noche, supongo, decidieron instalarme ahí, un minúsculo germen llegado desde no se sabe dónde y que recaló en esta parte del planeta por accidente, del mismo modo que podía haberlo h...echo en la gélida Alaska, en la estoica Suiza o en la deprimida Etiopía.
Fue el azar, siempre casquivano, quien decidió ubicarme en este lugar donde el agua brota de los grifos, el sol de las bombillas y el fuego de los mecheros. Y quien me puso dos patas en lugar de cuatro, y me permitió ir a la escuela, y aprender a leer y a escribir, y gozar de la suerte de poder ser niña, de tener amigos, de estrenar juguetes, de disfrutar del derecho a decidir, o por lo menos a soñar, qué quería ser de mayor. Y a llegar a serlo, mayor digo, sin morir antes de una diarrea o de una gripe, o sin que una pandilla de salvajes me arrancase el clítoris con un filo oxidado. Y una vez llegada a la edad adulta, pude al fin escoger mi destino, y tuve derecho a equivocarme y hasta a rectificar, y la vida me dio segundas, terceras y hasta cuartas oportunidades, y cuando enfermé me curaron. Y cuando me hirieron pude defenderme.
Y todo esto, lo sé, sólo ha sido un accidente: una lotería. Un conjuro cósmico que me envió a este, y no a ningún otro lugar donde mi vida hubiese sido bien distinta.
Porque nadie elige quién es.
#SafeCreative Mina Cb
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