EL
EXTRANJERO
Mil
países y mil lenguas lo habitan,
ha
contemplado mil amaneceres
desde
los cuatro puntos cardinales
y ha
visto el mar teñirse en mil colores.
No es
de nadie y a nadie pide cuentas,
no
distingue el color, salvo en los ojos,
nunca
ha necesitado un diccionario
para
dormir o para alimentarse.
No
tiene patria, no tiene gobierno,
se
mezclan las monedas en sus manos
perdiendo
su valor, simples metales
cuando
sus pies traspasan la frontera.
Es hoy
de aquí y mañana de otra parte,
hace
mil vidas que dejó su nido:
ha vivido
mil vidas desde entonces
y
guarda mil paisajes su mirada.
No
amarrará su barca a ningún puerto,
no
guardará sus botas polvorientas,
no
dejará que nadie le retenga…
El
camino es su ruta… y es su casa.
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