DESPUÉS…
Hoy me
han vuelto a hablar de ti
después
de todo este tiempo:
me han
contado que estás triste,
que
estás roto, que estás muerto;
que
estás como adormecido
por un
hipnótico sueño,
entre
increíble y amargo,
entre
irreal y violento,
entre
dudoso y extraño
y tan
brutal como cierto…
Como el
reloj que te advierte
que
nunca se para el tiempo
aunque
quieras evitarlo…
y te
niegues a creerlo.
¡Mi
querido soñador…!
¡Mi
frustrado amor secreto…!
Ahora
tus risas son llanto,
tu
seguridad es miedo,
tu
ilusión es pesimismo,
tu
alegría desconsuelo,
y tu
pasión una mezcla
de
desprecio, rabia, celos,
desesperación,
tristeza
y ante
todo, desconcierto.
Después
de dejarlo todo,
de
comenzar desde cero,
de
adoptar otras costumbres,
de
inventarte otro universo…
No eran
sólo las estrellas
las
habitantes del cielo…
No eran
de algodón las nubes
como un
día te dijeron…
Media
vida te ha llevado
ver que
la vida no es sueño.
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