UN FRANCÉS CON MASCARILLA
A ver... no me os vengáis arriba los malpensados que esto no va de sexo sino de lengua. Perdón, de lenguas. O sea de idiomas, que en lugar de arreglarlo lo voy empeorando cada vez.
Va de idiomas porque esta mañana he pasado por la puerta de la Escuela de Idiomas y me he dado cuenta de que son los grandes olvidados de la corriente de solidaridad desatada por al vuelta alcole. Porque sí, los profes de primaria lo tienen chungo, claro. Con toda esa chiquillería que controlar. Y con que no se intercambien las gomas ni los lápices ni las mascarillas. Y que no se den mordiscos en el patio. Y que no se abracen ni se besen. De hecho, es tal el concienciamiento que incluso se han creado corrientes que defendían la educación on line de los críos por el tema del riesgo de contagio. Que igual sí es para tanto o igual no. Que digo yo que algún día tendremos que empezar a habituarnos a vivir con el bichejo ese y que sea lo que tenga que ser. Que hay quien en vez de de coronavirus se va a morir de asco, seis meses ya y lo que nos queda...
Pero a lo que iba. Que nadie ha pensado en ellos: en los profes y profas de idiomas. Que lo van a tener complicado para impartir sus enseñanzas. Porque, a ver, si ya de por sí no nos entendemos sin mascarilla y hablando todos en el mismo idioma, no quiero imaginarme lo que va a ser un aula de alemán con toda la peña emitiendo sonidos guturales tras el tapabocas. Y el profesor sin coscarse de la misa la mitad. Y ya ni os cuento cuando, en los primeros días de curso del primer nivel, hay que explicar al alumnado lo de la pronunciación. Que yo me acuerdo que en el Insti tuve una profe de francés que se ponía delante del encerado para enseñarnos cómo había que poner la boca para pronunciar las “e” y con la última, la abierta, parecía Doraemon berreando. Pero mira, que te quedabas con la copla y lo hacías bien. Aunque luego, al repetirlo a coro, en vez de alumnos pareciéramos ovejas: e, E, EEEEEEE. Y la de inglés con el pasado: “wanted”, que te decía “wontit”, y te ponía delante la boca abierta con la lengua pegada a la parte interna de la dentadura, y ya de paso te soltaba un escupitajo en la nariz, que ahora hace eso y se la llevan detenida por terrorismo sanitario. Y los morrichus del diptongo galo “ui”... y otros mil ejemplos de formas de pronunciación que no se aprecian ni en el papel ni en la pizarra. Que ya me veo yo al profesorado poniendo vídeos de youtube y a los alumnos haciendo muecas detrás de la mascarilla, echándose las manos a la cabeza y repitiendo “yenecomprepá, yenecomprepá”, y al final el timbre y todos saliendo en tropel sin haberse enterado de nada. Y el examen oral dentro de una pecera, a muerte y sin red porque no le han visto la boca al profe en todo el año...
En fin, que yo que los docentes, o pedía un plus o presentaba la renuncia.
Porque menudo plan...
#SafeCreative Mina Cb
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