“NOS ESTAMOS CONOCIENDO”
Aquellos que me sigáis con regularidad (y que tengáis cierta retentiva) recordaréis que la semana pasada dedicaba un texto a la frase “He conocido a alguien”, que es la portada del discurso que tu pareja va a iniciar para intentar explicarte, de la manera más clemente posible, que se ha tropezado con alguien y que ese alguien le pone mucho más que tú. Tanto que hasta ha llegado a comprobar si su instinto estaba o no equivocado y esta constatación de que entre él o ella y su conocido o conocida (a veces el conocido o conocida puede ser del mismo sexo, con lo cual el discurso es aún más complicado) existen, no sólo química, sino también física, álgebra y hasta trigonometría.
Y es que el “he conocido” tiene en la vida real una acepción bastante similar a la que se le da en la biblia, cuando se habla de “conocer varón” como de yacer con el mismo, y no precisamente en una tumba. O sea que el conocimiento supone consumación, comprobación y aprobación. Y, por tanto, irreversibilidad.
Pero hay otra frase que he escuchado, así mismo, mucho este verano, y es la de “Nos estamos conociendo”, que también tiene lo suyo y más en tiempos de pandemia. Porque, con la que está cayendo, lo de “estar conociendo” a alguien tiene más riesgo que meterse con un Ferrari en el barrio de las 3000 viviendas. Porque, para empezar, cuando te lo presentan no puedes ni acercarte ni darle dos besos. Ni le ves la boca, con lo cual puede ser un bombón pero que luego le falten todos los dientes por culpa de la droga y no te des cuanta hasta que estés perdidamente enamorado. Y además que la distancia no permite oler a la persona, que eso también es importante en lo del conocimiento. Ni sentir el tacto de la piel ni nada. Sólo le ves los ojos y el cabello. Que está muy bien porque los ojos son un rasgo interesante, pero cuando, salvo eso, lo demás está oculto, tienes que imaginarte demasiadas cosas. Y a ver; no nos engañemos: que, si una vez transcurrido el primer encuentro se producen más es porque hay curiosidad por saber cómo es lo oculto. Porque, del mismo modo que el “He conocido a alguien” es un eufemismo para decir que llevas algún tiempo revolcándote con ese alguien, el “Nos estamos conociendo” es un modo encubierto de decir que te estás planteando lo del revolcón.
¿O no?
Aquellos que me sigáis con regularidad (y que tengáis cierta retentiva) recordaréis que la semana pasada dedicaba un texto a la frase “He conocido a alguien”, que es la portada del discurso que tu pareja va a iniciar para intentar explicarte, de la manera más clemente posible, que se ha tropezado con alguien y que ese alguien le pone mucho más que tú. Tanto que hasta ha llegado a comprobar si su instinto estaba o no equivocado y esta constatación de que entre él o ella y su conocido o conocida (a veces el conocido o conocida puede ser del mismo sexo, con lo cual el discurso es aún más complicado) existen, no sólo química, sino también física, álgebra y hasta trigonometría.
Y es que el “he conocido” tiene en la vida real una acepción bastante similar a la que se le da en la biblia, cuando se habla de “conocer varón” como de yacer con el mismo, y no precisamente en una tumba. O sea que el conocimiento supone consumación, comprobación y aprobación. Y, por tanto, irreversibilidad.
Pero hay otra frase que he escuchado, así mismo, mucho este verano, y es la de “Nos estamos conociendo”, que también tiene lo suyo y más en tiempos de pandemia. Porque, con la que está cayendo, lo de “estar conociendo” a alguien tiene más riesgo que meterse con un Ferrari en el barrio de las 3000 viviendas. Porque, para empezar, cuando te lo presentan no puedes ni acercarte ni darle dos besos. Ni le ves la boca, con lo cual puede ser un bombón pero que luego le falten todos los dientes por culpa de la droga y no te des cuanta hasta que estés perdidamente enamorado. Y además que la distancia no permite oler a la persona, que eso también es importante en lo del conocimiento. Ni sentir el tacto de la piel ni nada. Sólo le ves los ojos y el cabello. Que está muy bien porque los ojos son un rasgo interesante, pero cuando, salvo eso, lo demás está oculto, tienes que imaginarte demasiadas cosas. Y a ver; no nos engañemos: que, si una vez transcurrido el primer encuentro se producen más es porque hay curiosidad por saber cómo es lo oculto. Porque, del mismo modo que el “He conocido a alguien” es un eufemismo para decir que llevas algún tiempo revolcándote con ese alguien, el “Nos estamos conociendo” es un modo encubierto de decir que te estás planteando lo del revolcón.
¿O no?
#SafeCreative Mina Cb
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