jueves, 3 de septiembre de 2020




HE CONOCIDO A ALGUIEN

Quien piense que una pandemia es lo peor que le puede pasar a uno está muy equivocado. A ver, que se me entienda que no trato de quitarle méritos al señor Covid, pero el que crea que la existencia de un virus asesino hace que el mundo se detenga y dejan de pasar cosas debería de volver al jardín de infancia, eso sí, con mascarilla, porque la vida es sí es una ruleta en la que lo mismo arrasas que te quedas con el culo al aire.

Y es que lo del virus ha desatado un tsunami emocional en el entorno en que me muevo. No me preguntéis por qué, pero últimamente, la frase de que más oigo hablar no es “He dado positivo”, sino “He conocido a alguien”. Que bueno, mejor estar sano que enfermo, desde luego, no voy a comparar, pero hablemos claro, que un positivo leve se solventa con fiebre y quince días confinado, pero un he conocido a alguien cuesta una buena temporada de llantina hasta que se recupera la autoestima. Y luego que no sé yo qué clase de medidas de seguridad guarda esa gente que “conoce a alguien”. Porque en estos tiempos no está la cosa como para jugársela, pero oye, que pasar pasa. De hecho, en el último mes yo he sido testigo de tres casos. Y de eso no dicen en la tele nada, ni están trabajando para la vacuna, ni exigen mascarilla. Además, me da que para cuando te sueltan la frase ya llevan tiempo saltándose los dos metros de distancia con el otro o con la otra. Porque decir algo así cuesta lo suyo. Tú te pones delante del espejo y lo ensayas mil veces. Pero cuando tienes delante a la persona humana te entra el canguelo y te lo callas. Y sigues conociendo por un lado mientras por el otro guardas las distancias. Hasta que un día la parte contratante se mosquea y cuando llegas a casa te la encuentras en pelota picada junto al microondas y con la PCR negativa colgando de los dientes. Y te pone en un brete y al final lo tienes que soltar. Así, sin anestesia ni preparativos ni delicadeza. Le echas una manta por encima y se lo dices, heconocidoaoalaguien. Y al otro o a la otra se le cae el papel de entre los dientes porque cuando te dicen que han conocido a alguien es porque ese alguien les pone más que tú. Y te cagas en el conocimiento, en la distancia, en los 100 pavos de la PCR y en la botella de cava de la Nochevieja de 2019. Y es entonces cuando coges el papel del resultado del suelo, te lo metes a la boca, lo masticas hasta hacer una bola y luego se lo escupes en la cara y le sueltas, antes de largarte con lo imprescindible:

“Ojalá lo pilles”

#SafeCreative Mina Cb

No hay comentarios:

Publicar un comentario