ROBAR EL MES DE ABRIL

Nos ha robado un bichejo

parte de la primavera

(incluyendo el mes de abril)

y ha hecho a Sabina profeta.

Nos robó marzo también,

quince días en concreto

y no sabemos si mayo

nos lo ha de robar entero.

La gente se queda en casa

quejosa, con su internet,

con su netflix y sus videos

y sus libros por leer.

Se quejan algunos ahora

de que no pueden salir

a pasear por el campo

y que esto es un sinvivir.

Pero resulta que muchos

de los que se están quejando

pasaban antes las horas

en el salón vegetando.

Porque el viernes a la tarde

cuando volvían del curro

se tiraban al sofá

y venga series y fútbol.

Estaban hasta el domingo 

empachándose de tele

y poniéndose las botas

de cerveza y de donettes.

Les decías de salir

y soltaban: “Anda ya...

Nos quedamos en casita

que es donde mejor se está”.

Y ahora están todos rabiosos

por acercarse al Moncayo

a respirar aire puro

y a sentarse bajo un árbol.

Tiene narices la cosa:

nos llevan años robando

el tiempo y hasta la fecha

nunca nos hemos quejado.

Nos roba el tiempo internet

a través de sus pantallas,

nos roban tiempo en el curro

los horas extraordinarias.

Nos roba tiempo el gobierno

con su magna incompetencia,

nos roba tiempo estimar

más al fútbol que a la ciencia.

Y nos han robado tiempo

los errores cometidos

que son los que, visto está,

hasta aquí nos han traído.

Quejarse sirve de poco

puesto que nada remedia.

Lo perdido está perdido

y es perder tiempo la queja.

Es mejor reflexionar

y obrar, en lo sucesivo

para que estas enseñanzas

no caigan en el olvido.

#SafeCreative Mina Cb

Imagen: Miguel Ares