“MATAR” A ALGUIEN

Creo que una de las peculiaridades más divertidas (o macabras, según se entienda) que tenemos en Tudela es la de “matar” a gente, esto es, dar por muertas a personas que no lo están para luego llevarnos el susto padre cuando nos las encontramos por la calle.

Mi padre era muy amigo de hacer esto, o sea de llegar a casa todo compungido y jurar y perjurar, aunque le asegurásemos todo lo contrario, que el individuo o individua había muerto. “Pues si lo vi ayer”, argumentaba alguien. Y él entonces rebatía con ese tudelano: “Pues habrá sido de repente. “ Que lo de morirse de repente también es muy de aquí.

Pero a lo que iba. Que ayer estuve con una amiga cuyo esposo está saliendo estos días un poco en los papeles por diversas razones y parece que, en uno de esos cruces de noticias, un conocido reportero local lo dio por muerto. No en plan esquela ni panegírico ni nada; simplemente uno de esos cortocircuitos que se producen a veces en el cerebro y que hacen que… zas, confundas el culo con las témporas y la líes parda pero bien. Y luego claro, mi amiga que va por ahí con un televisor a cuestas (es una larga historia que merece otro relato) y alguien le da el pésame y la deja a cuadros escoceses. Tanto que no le queda otro remedio, una vez desmentido el bulo, sin soltar la televisión, que llamar a su amor y decirle eso de mira-cari-que-no-te-asustes-si-alguien-se-desmaya-al-verte-porque-ha-pasado-esto. Que tampoco les coge de susto porque hace un par de meses fue a ella a la que se cargaron, también por un malentendido. Claro que no les está mal empleado, porque me consta que una vez, harto de las llamaditas de Amena, y con la susodicha delante, el pavo respondió a la operadora a la pregunta de “¿Está la señora de la casa?” con un lacónico: “Pues no. Murió hace dos semanas”.

Y oye, mano de santo: que no volvieron a llamar.

#SafeCreative Mina Cb