El suicida no existe.
Se arrastra, llorador, por el subsuelo,
anónimo como agua residual.
Hiede a moho su líquida tristeza
mas nadie lo percibe.
Y él sigue su descenso,
sigiloso,
señalando el camino,
desesperado y gris como la nada
que habita y que le espera.
No habrá notas con cruces
clavadas en los muros de la iglesia
y la palabra se silenciará
como si no existiera.
Sólo lagrimas curvas y afiladas
llorarán en silencio su partida
mientras la culpa cae,
heladora e hiriente,
como lluvia de invierno.
#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Gaudia Quiro
(Serie "NIños suicidas")
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