Querido Pedro:
Por fin tienes la presidencia, ya era hora, con lo que te ha costado. Claro que en gananciales, pero presidencia al fin y al cabo. Con el de la coleta, que decías que con él ni loco pero ya ves, al final lo que hace el ansia de sillón. Vamos, que para este viaje no hacían falta alforjas, porque lo que acabas de hacer lo podías haber hecho después de las elecciones anteriores. Las anteriores a las últimas quiero decir, que menuda racha. Caro nos ha salido este gobierno. Pero bueno, ya está. Corporación progresista. Ahora a ver lo que pasa con los presupuestos, porque en esta familia me da mí que hay más de un hijo respondón y la cosa va a estar chunga. Ya te lo insinuó Felipe VI, que es un tío muy vivido en esto del mandar. Qué detalle, por cierto, preocuparte por las cavilaciones que le has dado a su majestad. El pobre. Que no duerme pensando en la pensión y en la asistencia médica de su familia. Y en cómo pagar las facturas de la Zarzuela. Las de la calefacción sobre todo, que si es eléctrica le tiene que costar un huevo. Menos mal que el Iglesias y tú sois progresistas y vais a ocuparos de ello. De la energía digo. De que el kilovatio no cueste un riñón y que a la peña no le salga un agujero en el bolsillo cada vez que enciende los radiadores en invierno. Y de promover las renovables en vez de importar tanto amperio. Bueno, y ya puestos, de que a los empresarios no les salga gratis llevarse fuera la producción y de que los sindicatos se dediquen de verdad a defender a los trabajadores y no a trincar subvenciones y lamerle el culo a la patronal. Y de recortarle subvenciones a la iglesia. Y dejarse de pamemas evangelizantes con temas con el aborto o la eutanasia. Y de ocuparse de lo social con mayúsculas, con acciones que levanten ampollas en la conciencia de los ofendiditos de Vox. Pero tampoco pasarse, ¿eh? Que a base de dar peces aquí se le va a olvidar pescar a todo el mundo. Y de progres a gilipollas va un paso y los parásitos a los gilipollas los detectan pero rápido. Y si pueden les sacan hasta el último coágulo.
Así que lo he dicho: a ser honestos y a darle duro. Lo primero el empleo. De calidad. Nada de minijobs ni de mierdas como la de Glovo. Y a los autónomos cuidadlos, que son el tejido que sostiene el país. Y mandad inspectores pero a las horas en que nadie los espera, que cuando el chorizo se huele que van a pasar tiene el circo bien montado. Que tenga a los currelas en regla y les pague bien. Y que no se desasosiegue, que si el currito tiene pasta el mercado fluye. Y si el mercado fluye al empresario le llegan contratos. Y si le llegan contratos puede generar más empleo. Y así hay más pasta circulando y el Estado tiene para educación y sanidad y pensiones y lo que haga falta.
Y si alguno (de los de arriba) mete la zarpa en la caja ya se sabe. A la puta calle, a juicio y al talego.
Y que devuelva lo que se ha llevado.
Simple, ¿no?
Pues ánimo, que se vea que somos progresistas.
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