MALAS COMPAÑÍAS
Tengo con Telefónica un romance
que, tal cual pinta el tema últimamente
me acabará dejando bajo el puente
o en el trullo, según se dé la chance.
Y es que desde septiembre, mi balance
es, por decirlo en fino, deficiente
ya que, según constato últimamente
me pretende estafar a todo trance.
Llega, cuando me siente descontenta,
zalamera, y el cielo me promete
con todas las mentiras que se inventa.
Y una vez que ha pasado la tormenta
se acerca por detrás y me la mete
hasta el último cero de la cuenta.
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