LA REINA Y YO
La otra noche salió un tipo en la tele. Me sonaba un poco. De las revistas y los programas del colorín. Suele ir con una chica muy delgada que tiene pinta de haberse operado la nariz pero tampoco lo aseguraría, que yo soy muy mala para esas cosas y aquí cualquiera se ofende y te pone una demanda por injurias y/o calumnias. Y me da que tiene dos niñas muy monas. Que vale que todas las niñas son monísimas pero éstas lo son más. Y además me suena que una está forrada. La mayor creo. Solo me suena, que yo no soy muy de seguirles la trayectoria a los famosos.
Pero vamos, que la chica esa de la presunta rinoplastia sale mucho en el Hola, que yo me fijo cuando paso por los quioscos de revistas. En los programas rosas ya no sé pero en el Hola fijo. Y es que no es para menos, con esa ropa tan chupi que lleva. Y las niñas remonas y esos decorados llenos de glamour. Y el hombre de la barba pues eso, que debe ser su marido. Y alguien importante porque salir el día de Nochebuena en la tele antes de la cena es como de ser muy influencer o como se diga de esas personillas a las que hay que hacerles caso. Aunque la verdad, la noche del 24, con la peña haciendo las croquetas y un poco piripi, porque ese día es muy de darle a la copichuela mientras se dora la lubina, pues a ver. Que ni puto caso. Que no te hacen ni puto caso quiero decir. La gente está a lo suyo, pásame el molinillo de la pimienta y deja de comerte los espárragos que son para la ensalada. Y hacedle caso al niño que debe de tener ganas de hacer pis. Y el de la barba a lo suyo, larga que te larga. Que la verdad, vaya mierda de monólogo, no tenía ni un chiste, ya puede ir despidiendo al guionista. Porque para mí que el texto no era suyo. O a lo mejor sí, porque en prime time y semejante día me imagino que no le dan un tiempo de emisión a cualquier mindundi. Por eso me imagino que lo habría escrito él. Y la verdad, hasta el David Guapo tiene más gracia, y mira que es soso el pobre. Y habla de cosas más de casa en plan que le pueden pasar a cualquiera. De citas con chicas y así. Y luego mi favorito, el Piedrahita. Que también tiene cara de soso como el de las barbas pero luego te partes. Y se le mueve el flequillo. Pero es que este nada de nada. Sinsustancia perdido y con un discurso que parecía, qué se yo, una columna de opinión del diario El Mundo. Pero de la sección internacional. Porque de España desde luego que no hablaba. Aunque igual sí, que al final también dijo unas palabras en euskera, gallego y catalán. Pero insisto, soso de cojones, ¿eh? Que digo yo que no son horas las nueve de la noche del día de Nochebuena. Mientras la gente fríe los langostinos y se pone de Rueda hasta las trancas.
Mejor el Piedrahita, vas a comparar.
#SafeCreative Mina Cb
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