jueves, 28 de agosto de 2014



LAS DESPEDIDAS

Tienen las despedidas siempre un aire marinero, como de velero que se aleja dejando una estela que enlentece el tiempo mientras que su silueta inmaculada y puntiaguda se pierde en el rosado atardecer.
Llevan las despedidas siempre aparejado un cortejo de canciones y lugares que hacen brotar las lágrimas, torrentes o goteos, dependiendo del día, cada vez que una melodía nos envuelve o que transitamos por aquella calle donde sucedió tal cosa. O cuando entramos por primera vez solos en el metro, o en un café, y los recuerdos se nos vienen encima en avalancha, y sentimos el enorme vacío de una mano sobre el hombro, una presencia a nuestro lado, una voz tras nosotros. Y hacemos un esfuerzo. Y nos sobreponemos. Y traspasamos ese umbral amado y maldito al mismo tiempo.
Solos.
Por primera vez.

Tienen las despedidas un cierto componente de aventura, de augurio, de no saber muy bien por dónde ir; de andar a oscuras y al tuntún, sin linternas ni persianas levantadas que dejen pasar la iluminación de las farolas de la calle; de extraviarse en el bosque por la noche y no tener muy claro si vamos a encontrar la guarida de un pastor o la de un lobo; de estar perdidos sin documentación en un país extraño cuyas costumbres ignoramos y en el que nadie habla nuestro idioma.
Tienen las despedidas un aire incierto e intrigante; un empezar de cero sin volver a la casilla del inicio; un rehacer la vida sin tener ni idea de por dónde ponerse a la faena; un despertarse una mañana y ver que las calles han desaparecido y sólo nuestra casa sigue en pie; un sentir sin sentirse; un mirarse sin verse; un vivir a lo tonto…

Tienen las despedidas un algo que nos aparta del mundo de repente y sólo unos minutos: el tiempo justo para ver cómo las velas se funden con la inmensidad del horizonte mientras que nosotros permanecemos clavados a la orilla, anclados, inmóviles, hieráticos, incrédulos… Atónitos espectadores que agitan los brazos como espantapájaros, un adiós ridículo y mimado, ensayado mil veces, retrasado mil años, temido mil milenios…

Inevitable al fin.

#SafeCreative Mina Cb

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