HORA INFELIZ
(unhappy hour)
Que es una cosa que ya has visto en las pelis pero flipas cuando llegas a Londres y compruebas que es verdad. O sea que la peña está tan tranqui, tan susurrante, tan british, a lo suyo y de repente suena la campana y el personal se vuelve loco y todo pichichi se lanza a la barra a pedir como si las reservas de la taberna (y de la isla) estuvieran a punto de agotarse. Y claro, tú haces lo mismo y pides ración doble porque la consumición te sale más barata.
Hora Feliz lo llaman. Happy Hour.
Y con razón. Porque al precio que anda la birra en Londres una rebajita siempre es bienvenida.
Pero hete aquí que en Tudela tenemos un garito que ha implantado su particular versión de la práctica británica. El nombre no voy a decirlo no vaya a ser que si caigo por allí me echen lejía en la cerveza, pero os cuento. Quienes nos vieseis no necesitáis el dato porque no nos movimos de allí.
30 de julio. Tardeo arrastrado. Me cito con un par de amigos y acabamos el ciento y la madre, como suele pasar. Echamos unas cañas, no demasiadas pero las suficientes como para retener el precio unitario de las mismas. Que corresponde a un billete pequeño cada dos.
La luz ha decaído y es noche ya la tarde. Me levanto a por la espuela y solo se suma un parroquiano. El zagal me sirve en una copa diferente aunque la demanda (dos cañas –lo suelo acompañar de un “por favor” -) es idéntica a las veces anteriores. Me dispongo a recoger los vasos tras dejar el billete sobre el mostrador.
“Falta un euro”, reclama el mozalbete. Y yo le digo que las rondas anteriores eran justo el billetito. Y él me señala las copas megacuquis y me dice que el contenido no es el mismo. Y a ver, es el Pobre de mí y anoche ya las tuve con un pesáo que nos estaba dando la tabarra y como que el cupo está cubierto. Y el chaval es un mandáo y un euro no va a ninguna parte. Así que busco la moneda y la coloco sobre el mostrador. Y al salir le digo al destinatario de la birra que a partir de las 22 horas meten un suplemento, me imagino que para pagarle nocturnidad al camarero.
Y que el próximo día (volveremos porque somos masoquistas) la última la paga él.
#SafeCreative Mina Cb
Cuentos, poemas, historias... Soy Inma y os propongo que hagamos un club de cuentistas. Con imaginación. Con ilusión. Con esperanza. Un club donde pasar el tiempo, donde evadirse... Donde jugar a ser otro.
sábado, 2 de agosto de 2025
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