DE CUARENTA A VEINTE

Un estío de pasmarse
o de asarse como un pollo.
¿Dónde reside el meollo?
habría que preguntarse.

Que pasar de los cuarenta
a los veinte en un suspiro
me ha sentado como un tiro.
¡Qué trajín de vestimenta!

Del abanico a la manta
sin mediar una jornada.
De no comer casi nada
a zampar como Carpanta.

Del chapuzón piscinero
y el aire acondicionado
a ese viento huracanado
con rachas de bajo cero.

Que ya miro el calendario
con cierta desconfianza
porque me parece chanza
tal descontrol a diario.

Voy del verano al invierno
sin transición…. ¡Cagüendiez!
Y lo malo es que esta vez
la culpa no es del gobierno.

#SafeCreative Mina