jueves, 6 de marzo de 2025


 

URGENCIAS

Mi amigo Paco estuvo el otro día en urgencias. A ver, que no era grave pero que tal y como se ha puesto la atención primaria algunas veces hay que ir porque si esperas a que te cojan, te den cita y te atiendan ya la vez casi la tienes que coger para el geriatra. Y no es plan según lo que te pase. Y oye, decía, que moló la experiencia porque es como ir de festi. Tú llegas a recepción, te piden la tarjeta para el acceso y te dan una pulsera que te entran ganas de ir a buscar la barra y pedirte una caña mientras empieza el lío. Con un colega además. Porque esa es otra: que cuando llegas a la sala de espera conoces a todo pichichi. Por la edad, que ya vamos estando muy cascados. Y eso está bien porque la espera va a ser larga, que tú sólo vas con un golpe en la cabeza aparentemente baladí pero que te han dicho que mejor que te lo miren y como no es urgente antes de que salga tu banda favorita te vas a chupar a cuatro teloneros, que es lo que viene siendo un rato largo. Y a falta de sección de merchandising, y cuando tu amiguete se ha marchado, coges una revista y le vas echando un ojo. Que justo cuando te has enganchado con un artículo te llaman del triaje y les explicas lo de le brecha y el sangrado y el consejo de que te lo miren. Y te toman los datos y te vas a la sala de espera y alguien ha pillado la revista del artículo que habías empezado. Y como no te seducen las demás pues te sientas y empiezas a mirar alrededor. Que no hay barra pero sí maquinica de bebidas. Y la fuente metálica que saca el agua helada. Que igual no está tan fría pero es que el hospital parece la bola esa de fuego que dicen que hay en medio de la tierra. Y reparas al fin en la pantalla que avisa a los pacientes. Que como ahora todo está prohibido no se pueden dar datos personales y está todo encriptado con números y letras. De hecho tú no eres Paco López sino FL. Que también lo pone en el folio que te han dado al entrar. Y hasta que caes en que la F viene de Francisco ya han transcurrido dos legislaturas. Y al final te llaman y te miran la herida y te mandan a hacerte una placa. Y ha pasado tanto rato que es de noche y de cenar no van a darte. Y como te quejes de hambre lo mismo te pinchan, te ponen una vía y te enganchan el gotero. Por si acaso. Porque después de la placa no te han dicho nada. Y tú ya te ves en corta estancia con el batín y la ropa metida en una bolsa de basura. Y sin batería en el móvil, que no has podido ni llamar a casa. Y tu mujer tiene que estar ya de los nervios. Y de repente ves a tu FL en la pantalla y te encaminas al box cual alma en pena, pensando en el testamento y en tus pobres hijas, sobre todo en la mayor, que aún no ha acabado el máster. Y el médico te dice que no hay nada y que te vayas. Y sales y coges el coche y cuando llegas a casa la pequeña está tirada en el sofá y lo primero que hace es reparar en la pulsera.

Joder, papá, qué horas- dice. Y encima vienes de un concierto.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb 

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