ABOGADA DEL DIABLO
(8 DE MARZO)
Pues mira, no:
No me interesa eso que llaman
el empoderamiento.
No me van mucho
las palabras que ponen de moda los tecnócratas
y no pretendo, créeme,
andar rompiendo techos de cristal
(más que nada porque no tengo ganas de joderme los nudillos
y que aún encima me caigan esquirlas a los ojos)
o formar parte del patético juego de las paridades.
Tampoco quiero
(por muy necesario que este me parezca)
que se hable de feminismo todo el tiempo.
Y creo que es incluso contraproducente
ya que para las nuevas generaciones
el uso y abuso del concepto
puede convertir en revolucionario
lo contrario
precisamente de aquello que defiende.
Empiezo a estar un poco
(por no decir bastante)
harta de este sistema paternalista
(paternalista, sí,
que es un término muy del heteropatriarcado)
que vela por nosotras todo el tiempo
y nos trata como si fuéramos estúpidas
e incapaces de desenvolvernos
y defendernos de manera individual.
La revolución,
dicen,
será feminista o no será.
Pero yo a estas alturas
con tanta red social
tanto y tanta Mesías
y tanto y tanta político y política
que van de una cosa y son todo lo contrario
creo que la revolución
más bien
va siendo cosa de que cada una de nosotras
se deje de creer las teorías
de aquellos
(porque la mayoría siguen siendo hombres)
que pretenden vendernos como logros
lo que en realidad son derechos fundamentales
y tenernos entretenidas
con supuestos neologismos mega chupis
que son más de lo mismo
u otorgarnos a modo de limosna concesiones
en pro de la igualdad
en lugar de meterles mano de una puta vez
a
(por ejemplo)
la cosificación de la mujer en los medios audiovisuales
o las imposiciones machistas de determinadas culturas.
La revolución
a todos los niveles
(metámonos esto en la cabeza de una jodida vez)
será analógica
(entiéndase en la calle hombro con hombro)
universal
(esto, es ajena a cualquier segregación)
y
(no nos engañemos)
puede que hasta violenta
o no será.
#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Mónica Carretero
Cuentos, poemas, historias... Soy Inma y os propongo que hagamos un club de cuentistas. Con imaginación. Con ilusión. Con esperanza. Un club donde pasar el tiempo, donde evadirse... Donde jugar a ser otro.
sábado, 8 de marzo de 2025
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