sábado, 8 de marzo de 2025


 

    ABOGADA DEL DIABLO


 

ABOGADA DEL DIABLO
(8 DE MARZO)

Pues mira, no:
No me interesa eso que llaman
el empoderamiento.

No me van mucho
las palabras que ponen de moda los tecnócratas

y no pretendo, créeme,
andar rompiendo techos de cristal

(más que nada porque no tengo ganas de joderme los nudillos
y que aún encima me caigan esquirlas a los ojos)

o formar parte del patético juego de las paridades.

Tampoco quiero
(por muy necesario que este me parezca)
que se hable de feminismo todo el tiempo.

Y creo que es incluso contraproducente

ya que para las nuevas generaciones
el uso y abuso del concepto

puede convertir en revolucionario
lo contrario
precisamente de aquello que defiende.

Empiezo a estar un poco
(por no decir bastante)
harta de este sistema paternalista

(paternalista, sí,
que es un término muy del heteropatriarcado)

que vela por nosotras todo el tiempo
y nos trata como si fuéramos estúpidas

e incapaces de desenvolvernos
y defendernos de manera individual.

La revolución,
dicen,
será feminista o no será.

Pero yo a estas alturas
con tanta red social
tanto y tanta Mesías

y tanto y tanta político y política
que van de una cosa y son todo lo contrario

creo que la revolución
más bien
va siendo cosa de que cada una de nosotras

se deje de creer las teorías
de aquellos
(porque la mayoría siguen siendo hombres)
que pretenden vendernos como logros
lo que en realidad son derechos fundamentales

y tenernos entretenidas
con supuestos neologismos mega chupis
que son más de lo mismo

u otorgarnos a modo de limosna concesiones
en pro de la igualdad

en lugar de meterles mano de una puta vez
a
(por ejemplo)

la cosificación de la mujer en los medios audiovisuales
o las imposiciones machistas de determinadas culturas.

La revolución
a todos los niveles

(metámonos esto en la cabeza de una jodida vez)

será analógica
(entiéndase en la calle hombro con hombro)

universal
(esto, es ajena a cualquier segregación)

y
(no nos engañemos)
puede que hasta violenta

o no será.

‪#‎SafeCreative‬ Mina Cb
Imagen: Mónica Carretero

viernes, 7 de marzo de 2025


 

DE INDUMENTARIAS

Fue en 2007, creo. Finales de julio. Unas vacaciones adelantadas que me pillaron con el pie cambiado y al final me fui sola. A París, que era el sueño de mi vida. A practicar el idioma y a flipar con la ciudad. Y a pasar calor. Mucho calor.

Una tarde me llegué hasta el 18, Montmatre, ese distrito bohemio que presiden las torres en forma de bola de cucurucho del Sacré Coeur. Iba en plan explorador porque el primer día se me ocurrió vestirme de princesa y no sé ni cómo no me robaron hasta las pestañas, que hace falta ser boba, sola, mujer y llamando la atención. Y no llevaba chaquetica por si refrescaba porque no pensaba trasnochar. Y luego que para mí los franceses eran muy modernos, no como los italianos, que te hacen taparte los hombros para entrar al Vaticano.

Pues eso: que yo subí la escalinata poblada de turistas y accedí, no recuerdo si pagando, a la entrada del templo. Iba yo tan pichi con mis bermudas, mis bambas y mi camiseta de tirantes cuando un tipo me abordó y me dijo, en un francés muy correcto y educado, que así no podía circular por el interior de la basílica. Que mi indumentaria no era la adecuada y tal y tal. Y yo, que no soy filóloga pero con el francés me he defendido siempre más que decentemente, señalé a una linda familia (papá-mamá-bebé en su cochecito) que iba por mitad de la nave central y le solté al pavo:
“Et celle femme-là?”
Que en castellano es algo así como “¿Y esa señora?”. Y el censor me miró con los ojos como asiettes, que son platos, imagino que la mar de sorprendido no sólo porque hubiera comprendido su discurso sino por la lógica de mi pregunta. Porque la femme-là, por muy mamá que fuese, llevaba un escote que dejaba al mío a la altura de un hábito monjil. Y el fulano me susurró, como haciéndome un favor, que pasase al interior “mais marchez vous sur un côté, madame, svp.” Y en el momento que la madame estuvo dentro marchó por donde le dio la gana, porque si mamá descocada no iba por el côté, como escondida de los ojos de los santos que poblaban las hornacinas, yo tampoco estaba por la labor de hacerlo.

Pues eso. Que el pecado, si es que existe, no está en el cuerpo de la mujer sino en la mirada del hombre.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb 

jueves, 6 de marzo de 2025


 

URGENCIAS

Mi amigo Paco estuvo el otro día en urgencias. A ver, que no era grave pero que tal y como se ha puesto la atención primaria algunas veces hay que ir porque si esperas a que te cojan, te den cita y te atiendan ya la vez casi la tienes que coger para el geriatra. Y no es plan según lo que te pase. Y oye, decía, que moló la experiencia porque es como ir de festi. Tú llegas a recepción, te piden la tarjeta para el acceso y te dan una pulsera que te entran ganas de ir a buscar la barra y pedirte una caña mientras empieza el lío. Con un colega además. Porque esa es otra: que cuando llegas a la sala de espera conoces a todo pichichi. Por la edad, que ya vamos estando muy cascados. Y eso está bien porque la espera va a ser larga, que tú sólo vas con un golpe en la cabeza aparentemente baladí pero que te han dicho que mejor que te lo miren y como no es urgente antes de que salga tu banda favorita te vas a chupar a cuatro teloneros, que es lo que viene siendo un rato largo. Y a falta de sección de merchandising, y cuando tu amiguete se ha marchado, coges una revista y le vas echando un ojo. Que justo cuando te has enganchado con un artículo te llaman del triaje y les explicas lo de le brecha y el sangrado y el consejo de que te lo miren. Y te toman los datos y te vas a la sala de espera y alguien ha pillado la revista del artículo que habías empezado. Y como no te seducen las demás pues te sientas y empiezas a mirar alrededor. Que no hay barra pero sí maquinica de bebidas. Y la fuente metálica que saca el agua helada. Que igual no está tan fría pero es que el hospital parece la bola esa de fuego que dicen que hay en medio de la tierra. Y reparas al fin en la pantalla que avisa a los pacientes. Que como ahora todo está prohibido no se pueden dar datos personales y está todo encriptado con números y letras. De hecho tú no eres Paco López sino FL. Que también lo pone en el folio que te han dado al entrar. Y hasta que caes en que la F viene de Francisco ya han transcurrido dos legislaturas. Y al final te llaman y te miran la herida y te mandan a hacerte una placa. Y ha pasado tanto rato que es de noche y de cenar no van a darte. Y como te quejes de hambre lo mismo te pinchan, te ponen una vía y te enganchan el gotero. Por si acaso. Porque después de la placa no te han dicho nada. Y tú ya te ves en corta estancia con el batín y la ropa metida en una bolsa de basura. Y sin batería en el móvil, que no has podido ni llamar a casa. Y tu mujer tiene que estar ya de los nervios. Y de repente ves a tu FL en la pantalla y te encaminas al box cual alma en pena, pensando en el testamento y en tus pobres hijas, sobre todo en la mayor, que aún no ha acabado el máster. Y el médico te dice que no hay nada y que te vayas. Y sales y coges el coche y cuando llegas a casa la pequeña está tirada en el sofá y lo primero que hace es reparar en la pulsera.

Joder, papá, qué horas- dice. Y encima vienes de un concierto.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb 

Ver menos

miércoles, 5 de marzo de 2025


 

CUARESMA

La cuaresma entra con ganas
desde hoy en el calendario
y ya está el cambio de horario
dándose tinte en las canas
pues llega en una semanas.

Y aunque no seas creyente
ya planeas la inminente
quincena vacacional.
La vida es un carnaval
que se acaba de repente.

‪#‎SafeCreative‬ Mina Cb

martes, 4 de marzo de 2025



EL MEDIDOR

Mi amigo Juan es independiente y superenamoradizo. Lo cual es una gran contradicción, ya que su independencia hace de él una persona incapaz de convivir con nadie y su facilidad para enamorarse hasta los tuétanos motiva que con demasiada frecuencia se acabe encoñando y pierda el control de la situación. Y luego es que está como un queso y se las lleva de calle. Y así, cada dos por tres, me viene con que ha conocido a la mujer de su vida. Y aunque al principio trata de guardar las distancias, como es un encantador de serpientes pues les acaba robando el corazón. Y entonces pasa lo que pasa. Y es que ellas, puesto que saben que lo de proponerle la convivencia es una batalla perdida que puede terminar además en espantada, lo que hacen es ir mudándose a su casa poco a poco en plan hoy unas zapatillas, mañana ropa cómoda y de repente, y aprovechando cualquier puente, aparecen con una maleta. Y eso ya no tiene vuelta atrás, porque la maleta hay que deshacerla para utilizar las prendas y así luego es más fácil dejarlas olvidadas en el armario. Y al próximo puente otra maleta, pero un poco más grande, para repetir la operación. Y así sucesivamente hasta que vacían el armario de su casa y ya no les queda más remedio que quedarse allí.

Y parece mentira, porque con lo listo que es le ha pasado lo mismo por lo menos tres veces. De modo que al final, y rendido a su incapacidad denegar a sus churris cualquier cosa, lo que ha hecho ha sido agenciarse un contenedor de esos de medir maletas que hay en los aeropuertos de low cost. Pero digamos que, más que a un equipaje de cabina, las dimensiones de ese receptáculo se ajustan mejor a las de una caja de zapatos. Y cada vez que una chica aparece con el maletón la manda para su casa a aligerar volumen hasta que el contenido de la valija se adecue a las medidas oportunas. Y sin opciones de equipaje de mano, por supuesto.

Las hay que ponen mala cara y no las vuelve a ver, pero la mayoría aceptan y continúan con el romance hasta que el amor se rompe. Cosa que viene a durar más o menos el tiempo que tarda en sorprenderlas tratando de desatornillar de la pared el cajoncito medidor.

‪#‎SafeCreative‬ Mina Cb


 

lunes, 3 de marzo de 2025


 

RIBERIZANDO VASCOS

La otra noche quedé con un amigo que tras casi una década por Latinoamérica ha dado con sus huesos en la adusta Euskadi y me decía que después de salir una noche de juerga con sus compañeros de trabajo había tenido miedo, al despertar al día siguiente, de encontrarse el lunes con la carta de despido. Tal era, me comentó, el estado de ebriedad a que había llegado y las acciones que el mismo le había llevado a realizar.

Y todo debido a nuestra teoría común de que los vascos no tienen sentido del humor. O sí que lo tienen, pero es mucho más recatado y lento de reflejos que el nuestro. Y así mi colega, que es un tipo bastante inteligente y culto aunque de gustos musicales un tanto discutibles, se erigió en portavoz del grupo en lo que a peticiones musicales se refiere. Que miedo me hubiera dado a mí porque una tabernera de Tudela lo ha mandado a freír espárragos más de una vez por pelma y por hortera. El caso es, contaba, que en un momento dado de la noche y ya bastante venido arriba, empezó a pedir temas clásicos tipo Raphael o Julio Iglesias. Y claro, los vascos, que ni hartos de txakolí se atreven a acercarse al DJ para que ponga a los Camela, delegaron en él, formulándole sus demandas para que las transmitiera al pinchadiscos y así pareciera el único impresentable de la tropa. Y que, para su asombro, sus acompañantes se lo pasaron pipa coreando y bailando esas melodías tan ibéricas y rancias. Y yo le dije que lo que está sucediendo es que está riberizando a los guipuchis, y que yo también tengo un amigo vasco que me dice que se ríe mucho conmigo y yo le contesto ni la mitad de lo que podría reírse si pillase todos los chistes que suelto y además a tiempo. Porque a veces casi tengo que hacerle un croquis para que suelte la carcajada. Y claro, así ya no es lo mismo. Y yo le digo, y de ahí ha salido el término, que tiene que riberizarse. O sea, juntarse más con gente de por aquí y empaparse de ese humor incisivo y campechano que nos gastamos los damnificados por el cierzo. Que no sé si será precisamente eso, el azote de esa mierda de viento y la sucesión de mañanas nebulosas y húmedas que llena los inviernos, lo que al final hace que la única forma de no darte un atracón de Diazepam sea echarle toneladas de guasa a la existencia.

Lo dicho: riberiza un vasco.

‪#‎SafeCreative‬ Mina Cb

domingo, 2 de marzo de 2025


 

LA EDAD DE LA INOCENCIA

Hubo un tiempo en que la sociedad no era tan desconfiada ni tan protectora. Quiero decir que no éramos todos como de porcelana de Sèvres y no se sobreprotegía a la infancia de la forma que se hace ahora. O sea, los columpios se montaban sobre parques de gravilla, la vuelta al cole era a jornada completa y sin anestesia y a los peques en Navidad nos daban sidra del Gaitero. Es más, cuando mi madre me mandaba a pasar el finde a Corella con mis primos, incluía en mi equipaje una garrafa vacía para el moscatel, y el sábado los tres moocosos nos acercábamos a las bodegas de Camilo Castilla para llenar el recipiente. Y confieso sin ningún rubor que a mí los domingos me daban un traguito y me gustaba. Lo cual no significa que después fuera bebiéndome a escondidas el Napoleón que mi madre se compró para que le subiera la tensión. Que entonces lo recomendaba el médico en vez de darte uno de esos tratamientos crónicos que te arreglan una cosa y te fastidian otra.

Pero a lo que iba: que a la gente menuda la mandaban a la tienda del barrio sin censuras. Y los mismo después del pan, la leche, los huevos y la botella de vino del colmado te tocaba llegarte hasta el estanco a comprarle tabaco al abuelito. Y no te ibas prendiendo los Ideales camino de casa. Porque cuando te echabas el primer cigarro era en la puerta de la disco. Porque dentro te podía ver tu hermano. O en la Peñica, que parecía que ibas a otra cosa. Y pobre de ti si a la vuelta te encontrabas con un adulto conocido porque tu ubicación viajaba hasta tu casa a la velocidad del gps. Y al llegar te caía la del pulpo. Porque a ver, tus viejos te mandaban al cole sin adaptación y te dejaban jugar en un parque de gravilla, pero te querían y se preocupaban por ti como el que más.

Aunque te dieran sidra del Gaitero en Navidades.

‪#‎SafeCreative‬ Mina Cb

sábado, 1 de marzo de 2025


 

Las palabras importantes que se callan

deambulan por dentro,
enfermas y mohosas,

arrastrando los pies
como convictos
atados a sus bolas

y envenenan,
sin que nos demos cuenta

el alma poco a poco.

‪#‎SafeCreative‬ Mina Cb