lunes, 15 de mayo de 2023


 

DENTRO DE UN BOLI

Hay una viñeta de Mafalda que me encanta. En la misma aparece Guile ante una pared pintarrajeada, diciendo a su atónita madre: “¿No ez increíble todo lo que puede tened adentro un lápiz?”

Pues bien: esta fue la idea que me vino a la cabeza mientras visitaba “BIC”, que no son las iniciales de ningún partido sino que más bien es la palabra que hace referencia al legendario bolígrafo que cualquiera utiliza habitualmente.

Y es que hay gente rara. Pero rara rara. Quiero decir gente de esta que hace cosas que dices, “pero a ver…”, en plan cuándo, cómo, por qué, o sea en qué momento de tu vida cogiste un boli y, en vez de entretenerte haciendo floripondios mientras duraba la clase o la charla telefónica, te viniste arriba, venga y dale, y cuando te quisiste dar cuenta lo que tenías delante era una copia de Las Lanzas de Velázquez a tamaño natural.

Algo así digo yo que le debió de pasar a Juan Carlos, que ya le decía don Jesús Baztán que lo suyo era eso, lo del dibujo. Pero vamos, que una cosa es el carboncillo, el óleo o la acuarela, y otra es andar fundiendo bolis Bic sobre un tablero. Que dices, qué mérito tiene eso, en plan de que un boli Bic es un objeto tan modesto que lo asocias más con una chuleta para copiar en el examen de botánica que con un retrato de Jack Nicholson. Sin embargo ahí se pueden ver los resultados: un puñado de cuadros increíbles cuyos personajes parecen ir a pedirte la hora en el momento más insospechado. Están, por ejemplo, Joao, Messi, Ghandi, Jonny Deep, Mandela y hasta Einstein con su rebelde cabellera: sus manos, sus indumentarias, sus miradas… cada pliegue de la ropa, cada línea de expresión, han salido de las transparentes entrañas de un bolígrafo Bic. Y del sorprendente talento de Juan Carlos, desde luego.

No te la puedes perder.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

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