miércoles, 10 de mayo de 2023


 

ALGAS

Francamente, creo que los visionarios están perdiendo una gran oportunidad de negocio de cara a esta creciente ola de expansión comercial y turística que se está dando en Tudela últimamente. Y es que tanta menestra y tanto cogollo y tanto tomate feo y tanta semana de la verdura y los grandes chefs se están olvidando de un producto barato, local y seguro que lleno e posibilidades culinarias:

Las algas.

Que no es por nada pero los japoneses, que son muy listos, llevan siglos incluyéndolas en el menú y tienen una esperanza de vida más alta que la nuestra, o sea que malas no pueden ser. Y oye, que seguro que estos cocineros modernos nuestros, que son tan innovadores y tan atrevidos, les sacarían buen partido en la cocina, que ya me veo el programa de las fiestas de la verdura de la próxima década (qué digo década, el próximo lustro), con sus degustaciones de raciones de algas en tempura con sus gotitas de vinagre de módena. O los carpaccios de algas y espárragos trigueros. O los nidos de alga pochada con habitas tiernas. O las deliciosas alcachofas rellenas de espuma de algas. O las inigualables algas al vapor, con su chorretón de aceite de oliva virgen, que les darían mil vueltas a las insípidas borrajas. Y que como todo en esta vida es empezar, pues qué mejor momento que este. Y la inversión es mínima además. Te pillas una barca hinchable de esas que se llevan a la playa, te pones el chaleco salvavidas por si el oleaje y, hala, al Ebro a darle al remo y de ahí a los fogones. De la mata al puchero que se suele decir. Y en cuatro días te conviertes en el rey del mambo. O en la reina. Y luego ya sabes, expansión: deshidratarlas, envasarlas al vacío y a exportar. O meterlas en botes, como los espárragos.

Ya estás tardando no te vayan a pisar a idea.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

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