EL CORAZÓN HELADO

Confieso que me dan envidia las parejas que duran. Quiero decir en condiciones y no a causa de las circunstancias, léase hijos, ataduras económicas, líos sociales y demás. Y aún admiro más a aquellas que se sostienen sin necesidad de crear vínculos filiales que llenen su tiempo de ocio. Y si además son tan dispares como lo erais vosotros mi envidia se puede convertir en sana estupefacción.

Por eso me asombró tu llegada, hace mil años, a mi mundo farandulístico de entonces. A nuestro mundo más bien, en el que tú no pegabas ni con cola, que se suele decir. De buena familia, con una educación exquisita y una elegancia de esas que se llevan en los genes. Y ese no decir jamás una palabra más alta que la otra. Claro que en cuanto te conocimos un poco te convertiste en una más. Sobre todo teniendo en cuenta cómo le mejoraste a él la vida. Y además, qué demonios, porque no se te caían los anillos y siempre estabas ahí para echarnos una mano aunque solo fuera recogiendo cables, que era muchísmo más de lo que hacían otros. De hecho, recuerdo que viniste hasta a mi boda, que menuda criba hicimos porque no queríamos juntarnos mucha gente. Y luego en fin, yo me aparté de ese mundillo y sólo coincidíamos de vez en cuando o en el súper o por esos caminos junto al río, de mañana, a veces compartiendo parte del paseo y una charla.

Y de repente, zas, la desaparición y ayer la bomba. El adiós que te deja con el corazón helado. Y el saber de todos esos planes que andabais haciendo para dentro de un tiempo. Y el imaginarlo a él, enfrentándose a tu ausencia en esa casa que fuisteis decorando poco a poco con retazos de vuestras pasiones. Y el pobre y único consuelo de saber que te vas habiendo sido amada, que creo que es lo más bello que se puede llevar una persona, y de que tu compañero, que tampoco cree en el cielo o el infierno, honrará tu memoria como nadie lo haría.

Te esperan, seguro, tus padres y todas aquellas personas a las que importaste. Y puede que hasta Jorge y Catalina. Y desde luego que aguardándote, feliz, moviendo la cola y dispuesta a marchar, fiel a tu lado, se halla sin duda tu bella, tu dignísima, tu inseparable Pepa.

#SafeCreative Mina Cb