UNA CAÑA, TREINTA MINUTOS

Esto ya es el acabóse, oiga. Que el otro día me enteré de lo de las terrazas cronometradas y se me ocurrió que al paso que va la burra nos va a pasar con los bares como con los bancos. Bueno, con algunos. Bares, claro, que con los bancos pasa lo mismo con todos.

Pero a lo que iba. Que a mí eso de cronometrar el tiempo de terraceo me parece guay pero si va en consonancia con el precio, o sea que treinta minutos para la caña pero a ver, que luego no te sacudan cinco pavos. Porque cinco pavos por un vaso de cerveza de barril son muchos pavos. Y según dónde muchos más. Y sin unos tristes kikos, que es lo más barato que hay. Y es que hay garitos en donde el camarero tendría que pagarte por estar, para que al menos los viandantes vean que la terraza tiene vida, pero no: te atizan el sablazo y a otra cosa mariposa. Bisnes es bisnes. Y luego a ver, que si vas con críos o en cuadrilla la cosa cambia porque pedir cuesta una barbaridad y después hay que establecer el conteo del tiempo cuando toda la peña está servida. Que esa es otra, lo que puedan tardar, primero en atenderte y después en sacarte las consumiciones. Amén de lo que puede pasar si de repente llega alguien y se incorpora al grupo en el minuto veinticinco, y se pide la cerveza y cuando le ha pegado el primer sorbo sale el camarero y manda a tomar por saco al resto de los ocupantes de la mesa. Y luego a ver qué hacen si te da por pedir un granizado, que eso en treinta minutos no te lo acabas como no sea a cucharadas. O si en la misma mesa uno pide un café y otro una limonada y a los quince minutos el del café tiene que irse y el de la limonada se queda más solo que la una. O si hay tiempo extra en el caso de pedir una bolsa de patatas fritas. Y si se va sumando al añadir otros snacks. O si te descuentan minutos si se te cae media cocacola. O si, en el caso de ir ligero de vientre, el minutaje de las visitas al retrete está o no dentro de la tarifa temporal.

¿Y cómo se va a regular eso? ¿Te van a sacar a la vez que las bebidas un temporizador de esos que se usan el la cocina en plan pollo que hace tictactictac que va a pitar cuando se acabe el tiempo o va a ser el camarero (el nuevo) el encargado del marrón? ¿Y si te niegas? ¿Te riegan con sifón? ¿Te tiran de la silla? ¿Sale el jefe? ¿Llaman a los forales? No sé… mucha laguna le veo yo al sistema este.

Y para ir acabando, lo más importante: ¿Qué hacen si te sobra tiempo? ¿Ter sacan gratis una segunda (o incluso una tercera) caña hasta completar la media hora o te devuelven el importe correspondiente a los minutos de menos que has estado en la mesa? Ah, que eso no se contempla... Pues claro, porque si se contemplase, al menos con un par de amigas mías les iba a salir caro de narices.

Bueno, y a lo mejor también conmigo.

#SafeCreative Mina Cb