lunes, 25 de julio de 2022


 

HA VUELTO A SUCEDER

Sales para la plaza a toda pastilla, como de costumbre. Que por mucho propósito de enmienda que hagas todos los años llegas con el tiempo justo. Vas por la calle como en una nube, sin enterarte bien de lo que pasa. Hace calor y hay gente. Mucha gente. Más a medida que te acercas al lugar. Te comes, con lo bien que quedaría en ese momento el "Hola Don Pepito", el “Y viva España” de Manolo Escobar sin saber si reír o llorar y luego empieza. Y sigues sin pisparte. Tan sólo estás y ya. Suenan bombos y timbales y se escucha lo del Tudelanos, tudelanas y el primero sale rumbo al cielo. Pum. Y aún así no te lo acabas de creer. Ni siquiera cuando pasa delante de tus ojos la charanga de la Andatu. O cuando cae la primera caña fresca. O cuando el “Bomba” de King África te revienta los tímpanos.

Sólo cuando empiezas a mirar con otros ojos te lo crees. Cuando aparece gente a la que apenas ves y te saluda. Cuando un amigo te da un abrazo que te deja sin respiración. Cuando alcanzas ese estado indefinible en que el reloj se va al carajo y ya te da igual todo. Cuando pierdes la cuenta de las rondas y de los abrazos y al final, rendida de hambre y de cansancio, asientas tus posaderas en el escaloncillo de un portal (la calle Rua a la altura del Rancho Grande es mi sitio favorito) y te quedas contemplando el carnavalesco desfile que fluye en ambas direcciones mientras esperas a que llegue el bocadillo. Y es precisamente entonces, al fijarte una por una en todas las personas que recorren, con sus pañuelos rojos, sus ropas ya manchadas, sus sombreros de paja y sus gafas de colores, las estrechas calles de lo viejo, cuando te das cuenta de que sí.

De que por fin ha vuelto a suceder.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Diario de Noticias

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