domingo, 24 de julio de 2022


 

TICTAC, TICTAC

Son las diez y aquí estoy, como un flan. Que ni la primera vez que quedé con un chico me puse tan nerviosa. Seis veces he planchado ya el pañuelo. Y llevo toda la noche desenroscando la faja y volviéndola a enroscar. Lo de la ropa no tanto, que desde que supe que este año sí me lo probé todo y después me puse a dieta, no fuera a ser que al cabo de dos años, en el último momento lo echase a perder todo. Hasta el vaso reutilizable tengo ya, que lo pillamos anoche en el concierto de Timbakada.

Miedo me dan, eso sí, las zapatillas, que en el 19 las compré a última hora y lo mismo luego me van a rozar. Son rojas, como los chapines de Dorothy, la del Mago de Oz. Hace siglos que desterré las de cintas porque son un peligro y yo soy torpe. Pero vamos, que aún así me las he puesto para ensayar los pasos de la Jota de Tudela. Que es de lo único que me acuerdo, como se entere el Balma me arranca la cabeza. La Jota a medias, el Zortziko malamente y de la Era no quiero ni hablar. Hasta lo he intentado con los tutoriales del Youtube y no hay manera. No es lo mío.

De lo de empinar el codo sí me acuerdo. Y de lo del bote. Y de vigilar a quien lo lleva y si detecto que se da a la fuga irme detrás. También estoy practicando lo de los abrazos con el gato. Y algún rato me he metido entre la estantería del salón y la pared para ensayar los agobios y los empujones. Y estos días de calor me he estado echando agua por encima con una regadera, que así tengo el parquet. Y al mismo tiempo cantaba a voz en grito para ver si al día siguiente me levantaba afónica. Y he ensayado los “Vivas” del cohete, que la mayoría de los años con el segundo no puedo porque me emociono y me salen lastimeros. Y llevo también semanas descorchando botellas de cava del barato y regado al loro y al gato. Que tengo las paredes a juego con el suelo. Pero oye, que ya lo limpiaré otro día. Hoy desde luego no. Que hoy lo que toca es darlo todo. Desde el minuto cero.

Aún así, no sé, hay algo que no cuadra y no sé lo que es. Y mira que lo he repasado todo veinte veces: la ropa blanca, el vaso, la faja, el pañuelo, las zapatillas, la botella de cava, la cartera con bien de perras, los cuatro paso de la jota de Tudela... Lo he puesto todo, salvo los pasos de la jota, encima de la cama y he hecho mil recuentos, o sea que lo del olvido es una paranoia mía, pero no obstante lo voy a volver a comprobar: la ropa blanca, el vaso, la faja, el pañuelo, las zapatillas, la botella de cava, la cartera con bien de perras, los cuatro paso de la jota de Tudela… Voy a ponérmelo todo para evitar dejarme algo y mientras miro avanzar el reloj iré ensayando los pasos de la jota, tictactictac, cuando falte un cuarto de hora me voy para la Plaza, qué nervios, qué emoción, me meo de gusto sólo de pensarlo: los timbales, las charangas, el gentío, las botellas descorchándose, los pañuelos en alto… Y sin tener que ir a currar encima… Y al fin esas palabras: “Tudelanos, tudelanas….” Va a ser increíble, qué gozada, cómo lo voy a disfrutar...

¡Qué ganas tengo de que dé la una!

#SafeCreative Mina Cb 

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