lunes, 2 de noviembre de 2020


  EL DIOS DE MARTÍN

Me imagino al Hacedor,
como lo pinta Martín,
con sus pantuflas a cuadros
diciéndole a San Quintín:

“No ponen nada en la tele
y el Netflix vale un riñón.
A ver con qué me entretengo
antes del Armagedón”

Y San Quintín: “Mándales
una plaga a los terrestres
y así pasamos el rato
viendo lo que hace la gente”.

Y dicho y hecho; mandaron
el virus de la corona
y ahí siguen los dos, sentados
en sus beatas poltronas

viendo cómo hemos pasado
de la solidaridad
al más cainita egoísmo:
y es que así es la humanidad.

En marzo todo eran vítores
a médicos y enfermeras
y ahora se ha impuesto más bien
lo del sálvese quien pueda:

los autónomos ahogados
y al borde del precipicio,
los del gobierno, en su línea
de echar la culpa al vecino,

la población, hasta el moño
del asunto del Covid
y los pobres sanitarios
que ya no dan más de sí.

Y a mí se me está ocurriendo
que tal vez la solución
sea recaudar pasta para
ponerle Netflix a Dios.

#SafeCreative Mina Cb

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