A MODO DE RESPUESTA
Esta mañana me ha vuelto a suceder. Ha sido en el trabajo, como casi siempre. Alguien que se acerca y me dice mira oye, soy Fulanita. Porque casi siempre son mujeres. Soy Fulanita y no vivo aquí y he pensado que a lo mejor tenía la suerte de encontrarte. Y yo he hecho lo de siempre, que ha sido mirarme de arriba abajo, hoy llena de polvo porque estábamos haciendo un traslado de esos que te pones como un cristo. Y la señora diciéndome que le emociono. Yo. Que no fui capaz de terminar el BUP por haragana. Y que ahora voy diciéndoles a todos los críos que tienen que estudiar para poder elegir un trabajo que los haga felices. Aunque luego estudien y su vida sea una mierda. Porque casi nadie elige. Algunos sí. Y algunas cosas. Pero lo de serie no. Viene y ya. Te va incrustado en la cabeza y tienes que vivir con ello. Dejar pasar crisis y novios y de todo y al final decidir que es con eso con lo que quieres quedarte durante el resto de tu vida. Con tu puto don: el mismo que te condena y que te salva. Y que te hace ser rarita desde bien pequeña. Ponerles palabras a los sentimientos no es un mérito. Eso lo sabe hacer cualquiera. Cualquiera sabe decir te quiero, te odio o me apetece un chicle. Y yo sigo sin verle mérito. Por eso me encojo de hombros cuando me preguntan que por qué. Como esa mujer esta mañana. Y una señora el otro día. Me encojo de hombros y digo que porque sí, que a ver qué hago si no. Subirme armada a una azotea y empezar a darle a todo. Porque hay motivos para darle a todo. A veces más que otras. Para matar y para salvar la vida. Y a mí me dieron esto. Como otros tienen puntería con el tiro al blanco, hacen bien las croquetas o conducen hacia atrás sacando la cabeza por la ventanilla. Cada cual una cosa. Y quien no es capaz de descubrirla pues se pone enfermo. O les amarga la vida a los demás. Porque nadie llega desnudo al mundo. Todos poseemos algo. Algo que nos destruye o nos redime y a lo cual nos podemos entregar cuando ya no queda nada.
Lo mío es esto.
#SafeCreative Mina Cb
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