lunes, 23 de marzo de 2020




Querido diario:

El sábado estuve a punto de estrangular a un cliente por intentar tocar una bandeja de bollos sin los guantes. Y digo que estuve a punto porque si en vez de intentarlo lo consigue lo estrangulo. La bollería iba envasada pero es que estoy yo muy sensible con esto últimamente.

He dejado de utilizar pendientes y cremas hidratantes porque he leído que atraen a la cosa. Me he cortado al ras las uñas, que siempre las he llevado largas y me creo que me afeitaría la cabeza si me lo recomendasen. Yo todo lo que sea inocuo y pueda prevenir lo hago. Y además que lo de la crema le vendrá bien a mi piel. Que así respirará. Y las uñas después me crecerán más fuertes. Y un mes sin pendientes me lo van a agradecer los lóbulos de las orejas, que el día menos pensado se me rasgan y se acabó para siempre la coquetería. 

También le he hecho caso a un médico que estuvo comprando el otro día y me he confeccionado una mascarilla. Con una bolsa de deporte que no usaba. Que estuve un montón de veces a punto de tirarla y no lo hice y ya ves. Ahora me va a servir. Aunque sea psicológico. Y creo que si esto dura mucho tendré que cambiar la tarima del salón porque la voy a desgastar de tanto darle al bailoteo.

Pero es que cuando me vengo abajo es lo único que me relaja. Me pongo música, empiezo a girar con los brazos extendidos, como si volara, y la presión del pecho disminuye. Respiro hondo, cierro los ojos y me digo que estoy haciendo lo correcto. Y que jamás en mi vida fui tan útil ni me sentí tan importante. Ni siquiera cuando saqué el primer libro.

No sigo las noticias y hablo mucho por watshapp. Escribo cuando tengo ganas y leo menos de lo que quisiera porque al fin no me queda demasiado tiempo. Le echo un ojo al Face y me gusta lo que veo. Muchos poetas amigos están saliendo del armario y cuelgan sus creaciones a diario. Incluso me las mandan por el móvil. Eso y canciones. Y audios y vídeos de guitarra. Un jevi y un flamenco, tiene webs. Trato de alimentarme bien y tomo naranjas, que tienen mucha vitamina C. Y una Voll Damm al día, que si además del campo me quitan la cerveza me corto las venas pero al ras. Y trato de no angustiarme, porque con mi curro lo pasaría mal de tener miedo. Quiero creer que esta avalancha de casos es el resultado de la prealarma y que el encierro tiene que empezarse a notar en unos días. Sé que nos quedan tres semanas, echando por lo bajo, y solo me centro en protegerme y proteger. Prefiero no pensar en lo que podría estar haciendo cuando sale un buen día. Porque ahora nada importa.

Solo continuar.

#SafeCreative Mina Cb

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