miércoles, 18 de febrero de 2015



“BORN TO RUN”

A veces me asusto. Me doy miedo. Me aterro a mi misma. Me los ponen de corbata el porvenir, la muerte y todos sus mariachis. A veces me da la impresión de ir a toda pastilla, cuesta abajo y sin frenos. De ir a tumba abierta, sin medir los riesgos y jugándome el pellejo. Y es que a veces tengo la sensación que el tiempo se me acaba. De que no llego a todo. De que la luz puede apagarse en el momento más insospechado y puede dejarme en bragas, con el culo al aire y el mundo a medio hacer. Y me parto la caja cuando escucho a la gente haciendo planes para el momento de la jubilación. Y a continuación me tropiezo con la esquela de alguien con quien ayer estuve conversando en el trabajo. Y se me pone la carne de gallina. Y todos dicen “pues si estaba tan bien el chico… ¿qué ha podido pasarle?”. Y yo respondo que estar vivo. Eso le pasaba y nada más. Y el personal se aleja recitando el soniquete de “no somos nada… hoy estás aquí y mañana allí”. Y luego se van al hiper y hacen la compra para un mes. Y se ponen a dieta para la boda de la hija, que se casa en año y medio. Y te miran como si fueses un marciano cuando comentas que tú ya tienes todas tus cosas “arregladas”. Como si ellos se fueran a quedar aquí para los restos. Y mientras, continúan con sus planes de pensiones y sus proyectos a largo plazo y sus sacrificios para dejar solucionada la vida de la prole. Con la vista enfocada hacia el infinito. Y más allá. Como si el hoy no existiera. Como si la plenitud sólo nos aguardase en el futuro. Y malpierden ese presente que será el ayer que en el mañana añoren. Y la vida se escurre, como el agua entre las rejillas del pavimento en tardes de tormenta. Y los minutos van pasando, inútiles y huecos. Numerosos y aparentemente interminables. Y a mi me martillea en la cabeza esa canción de Springsteen (“algún día alcanzaremos ese lugar al que realmente queremos ir…”) que fue un himno en los años de mi remota adolescencia, cuando vivíamos deprisa y con intensidad. Cuando nos bebíamos la vida como si el mundo se fuese a acabar en ese mismo instante.

Y pienso que quizás entonces éramos más sabios.

#SafeCreative Mina Cb

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