PLANETA PIEL

Existe un rincón del universo en el cual nos hacemos pequeños. Un lugar donde nos despojamos de lo que nos cubre. Donde todo queda fuera. Donde prescindimos incluso de los omnipresentes gadchets tecnológicos y nos zambullimos, desnudos y puros, en una especie de regreso hacia aquel lejano y húmedo refugio prenatal en el que nada podía alterar el equilibrio.

No hace falta el amor. Quiero decir que no es imprescindible. Tan sólo es necesario que se dé el deseo mutuo de dos cuerpos de entregarse el uno al otro, de disfrutar juntos del regalo de sus bocas y sus manos, de celebrar la suerte de pertenecer a una especie capaz de usar el sexo como disfrute y no sólo como modo de procreación y haber llegado al punto de madurez en que la vergüenza cede el paso a la osadía y la intimidad se convierte en una fiesta para los sentidos.

Planeta piel es eso: Es el resultado de una vida entera derribando muros. Es nuestra versión de la película del sexo. De la renuncia al miedo y a la culpa. Es el grito de libertad de las que lo hemos conseguido y al tiempo el de angustia de aquellas a las que todavía se niega algo tan elemental como el derecho al disfrute de sus cuerpos.

Planeta piel es la vida. Es la vuelta al origen. Es el retorno a una infancia donde los tabúes y las convicciones sociales todavía no habían convertido el cuerpo en un pecado. Es la conclusión de una larguísima y apasionante aventura hacia el conocimiento de mi propia esencia, a través de la esencia, injusto sería no citarlo, de todas las pieles con las que he ido compartiendo mi planeta piel.

#SafeCreative Mina Cb
Planeta Piel, Olifante Ediciones de Poesía, 2023.
Ya en librerías.