sábado, 5 de agosto de 2023


 

OCÉANOS DE TIEMPO
(a ver si lo pillas)

Fue como antes. Quiero decir antes de toda esta mierda del tinder y los móviles. Una tarde de tiendas con amigas. En Zaragoza, que también hace falta mal gusto. Nos conocimos en la escalera mecánica del Corte Inglés, que se me quedó enganchado uno de los picos del vestido y por poco me abduce la cinta y acabo en el sótano hecha un sello de correos. Él iba por el otro carril y saltó la barandilla cuando me vio en apuros, como pasa en las películas. Lo demás os lo podéis imaginar. La mirada fija, la garganta seca, el corazón al galope y un tímido gracias que musité con una sonrisa bobalicona mientras él proponía con aplomo: “Creo que una tila te sentaría bien”. La tila en realidad se convirtió en un par de martinis, una cena en un restaurante de lo más romántico y un fin de fiesta de dos rombos en la habitación de su hotel puesto que se trataba de un ejecutivo que andaba por la capital del Ebro en viaje de negocios y a la mañana siguiente bien temprano tenía que coger un avión a no sé dónde. Aunque estaba dispuesto a recorrer, como el Drácula de Bram Stoker, océanos de tiempo para encontrarme. Claro que no me lo dijo así pero fue algo parecido. Después de los martinis de la tarde, el Moet del aperitivo, la botella de Marqués de Cáceres de la cena y el gin tonic del postre reconozco que algo de imaginación pude pude ponerle. A la mañana siguiente desperté sola y con las sábanas impregnadas de su carísimo perfume. Sobre la mesita había un ramo de flores y una tarjeta con su número: “Haber si repetimos”- puso.

No recordaba haberle dado mi teléfono pero aún así lo he bloqueado por si acaso. No vaya a ser que lo de los océanos de tiempo lo dijera en serio.

#SafeCreative Mina Cb 

No hay comentarios:

Publicar un comentario