LA PROPIEDAD DE LA CULTURA

El pensamiento es un ave que no admite barrotes. Lo saben. Siempre lo han sabido. Y es por eso que intentan controlarlo. Lo que no saben es que también nosotros lo sabemos. Lo sabemos y sabemos que la libertad consiste en que cualquiera tenga el poder y la capacidad de rebelarse contra aquello que intentan imponerle. Porque todo es posible si se cree en ello con la suficiente fuerza. Si te lo crees y los otros se lo creen. Aunque traten de hacerte creer que estás equivocado. Porque la libertad consiste en derribar los muros. En no plegarse al miedo ni a las imposiciones. En intentarlo por todos los medios y de todas las maneras. En batallar hasta quedar exhausto. En no creerte nada de lo que te cuentan y en seguir. Seguir sin arredrarse y sin dejarse someter. Seguir con la seguridad, no de tener la razón, que al fin nadie la tiene, sino de estar haciendo lo correcto.
Lo que te dicta el corazón.

Ayer tarde, más de cien personas hicimos exactamente eso. En el mismo lugar y al mismo tiempo. Con el mismo propósito, la misma energía y la misma convicción. Lo hicimos porque nos sabemos con derecho a ello. Porque la cultura es un bien común y nadie, repito, nadie, tiene derecho a monopolizarla o a utilizarla en su provecho. Porque las urnas dan a los políticos la capacidad para gobernar a los pueblos, no para apoderarse del pensamiento y de la voluntad de las personas que los pueblan. Porque ni la soberbia, ni la ignorancia, ni la incompetencia, tienen derecho a decidir lo que te puede gustar o lo que no. Porque somos inquietos, creativos y alegres. Porque nos gusta cantar, reír y crear a cielo abierto. Sin muros ni permisos ni censores. Y porque cuando nos unimos y tomamos conciencia de nuestro poder ya nada se nos pone por delante. Porque es entonces cuando demostramos, juntos como anoche, que se están equivocando. Que no somos violentos, que no insultamos y que no le hacemos daño a nadie. Simplemente nos juntamos para hacer lo que nos gusta y al tiempo conseguir que otros disfruten presenciándolo. No llevamos armas, ni gritamos consignas, ni incitamos al odio o a la rebelión. Tan sólo hacemos arte. Arte. Porque es lo que nos gusta. Lo que amamos. Aquello para lo que hemos venido al mundo. Porque ya trabajamos y pagamos impuestos y contribuimos al mantenimiento de esta sociedad. Pero la vida no es sólo eso. La vida es más. Es mucho más que tasas y permisos y votos y trifulcas en el Facebook. La vida es también música y palabras. Y color y sonrisas y besos y amigos que te echan una mano cuando la necesitas. Y que te abrazan para que sientas en tu pecho el latido de sus corazones. Y para que sepas así que estás vivo y que todo es posible si crees en ello y si te rodeas de gente que también lo crea.

La calle es nuestra. La cultura es nuestra.

Y ya va siendo hora de que lo empecemos a exigir.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb
Imagen: Angel Alvaro.
VI encuentro poético El Club de la Rima.