LA BENDITA TIERRA

Había pensado en retomar para hoy el texto de "El desierto de al lado", que tantas veces, por un motivo u otro, he rescatado. Ese texto y la imagen del resplandor del fuego tras Castildetierra, tan fascinante como atroz, que invadió ayer las redes. Y es que Bardenas siempre es bello, incluso en llamas, aunque nos ardan los ojos al mirarlo. Porque con Bardenas pasa una cosa, y es que es un lugar tan fácil de amar, que conocer su sufrimiento nos llena de dolor del corazón. Por eso precisamente he preferido elegir esta foto hecha por una buena amiga en una tarde de fiesta y disfrutando de uno de esos mágicos atardeceres que el desierto nos regala a quienes tenemos la suerte de poder velar por él.

Cada día, cuando salgo a pasear, miro a lo lejos (hoy al hacerlo sólo podía llorar) y veo dibujarse su silueta entre lo azul del horizonte. A veces hago fotos y se las mando a los amigos que no las tienen cerca para chincharles un poco, ya que el amor a ese paraje, cuando el flechazo se produce, es para toda la vida. Y por eso, cuando contemplo imágenes tan hermosas y dantescas como las de ayer, me siento todavía más parte del paisaje y me invade de repente la necesidad de subir al Cabezo de Cortinas, sentarme frente al precipicio y contemplar ese hogar a cielo abierto que siempre me reconcilia con el mundo.

Ojalá no volvamos a ver jamás un espectáculo como el de anoche. Ojalá no tengamos que echar mano de una bolsa para llevarnos las basuras que los desconsiderados van dejando por ahí. Ojalá un día desaparezca la base militar que altera la paz de sus dominios. Y ojalá siempre podamos volver a ese lugar y alzar la vista y contemplar, tumbados en lo alto de una loma como aquella memorable mañana de verano, un águila real planeando, majestuosa, sobre nuestras cabezas.

Bendita sea esa Tierra.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Susana Tarragona

https://www.youtube.com/watch?v=I_l1QnQVcdc&t=37s