domingo, 19 de mayo de 2019




PROCRASTINACIÓN

Cuando salió de clase diluviaba. Se cobijó bajo el alero, recreándose en la lluvia y demorando deliberadamente su llegada a la cita. En un momento dado, y puede que por la misma razón por la que el sonido del agua de un grifo produce ganas de ir al baño, rompió a llorar amargamente y el llanto se convirtió en una película borrosa a través de la cual percibió por fin la realidad. Inclinó la cabeza, clavando los ojos en los libros, y emprendió resueltamente el camino hacia su casa, pensando que papá se hubiera sentido muy orgulloso de ella.

#SafeCreative Mina Cb

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