jueves, 4 de abril de 2019




INSOMNIO

La alarma sonará antes de romper el día.

Mi cuerpo reposa, 
laxo,
y no se escucha un ruido.

Pero arriba ellas velan,
aburridas...

y a eso de las tres

en engranaje entra en funcionamiento
y ya no hay quien lo pare.

Hace meses que dejé de utilizar libreta y boli.

Desconecto el modo avión
y, de inmediato,
el ligón insomne salta por el chat del Facebook

(tengo un truco secreto
para tomar notas en la página azul
a través del datáfono)

Lo ignoro
y le cuento al teléfono la historia
que traman mis neuronas.

Parece estar muy claro...

Pero no.

No les basta con eso:
quieren más.

Un apunte les resulta del todo insuficiente
y me piden matices

cuando ya he apagado la luz
y he dado media vuelta
dispuesta a dormitar hasta el momento
fijado de antemano.

Me resisto a escucharlas
y me obstino
en hacer valer mis derechos
de propietaria del cerebro...

Pero nones:

Ellas mandan.

De modo que echo mano del teléfono de nuevo
(otra vez el pesado que saluda:
yo no sé si es insomne,
es gilipollas,
es guarda jurado
o cumple todos los requisitos a la vez)

y apunto los matices...

Y ya está... me digo.

Pero....
Errorrrrr.

Aún hay una palabra que chirría
y toca ir a la busca del sinónimo
a eso, más o menos,

de las cinco menos cuarto de la madrugada.

Doy con otro vocablo
algo menos abrupto
para el tema abordado

que parece gustar a mis meninges
que al fin se tranquilizan

y me dejan dormir.

Mañana mismo 
(pienso)
bloqueo a ese pesado.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

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