“¿ABRÍS MAÑANA?”
Diciembre es mi mes favorito del año, laboralmente hablando. No solo porque es el de más curro, el más caótico a nivel logístico y el que más estrés produce entre la peña, tanto currelas como clientes, sino porque además es la época del año en que más se pone en evidencia la insolidaridad humana.
Y es que ha llegado el momento, mis queridos lectorcitos, de empezar a escuchar un día sí y otro también la frase más bonita que con el diccionario español puede redactarse:
“¿Abrís mañana?”
Intentadlo, por favor. Es más, si alguno de los aquí presentes está estudiado sociología o algo así, le animo (le reto incluso) a que se atreva con un experimento a través del cual elaborar una tesis que inmortalizará sus apellidos: Vé a un centro comercial cualquier víspera de festivo de este mes, a última hora a ser posible, y formúlale a un empleado la pregunta que da título a este texto. Pregúntalo sin más, a bocajarro, como si le pidieras la hora, como si necesitases información acerca de dónde está el aseo... como si fuera lo más normal del mundo. Y con mucha desenvoltura, sonriendo y de buen rollo, lo mismo que si en vez de recordarle que hoy no va a poder relajarse a la salida, tirarse tranquilamente en el sofá con la bandeja de la cena y ponerse un peli, echarse unas cañas con su gente, ir al cine con su churri y luego pasar la noche en vela jugando a los médicos, estar un rato disfrutando de sus hijos aprovechando que mañana no hay colegio porque se tiene que levantar antes que el sol para que tú puedas disfrutar de 12 horas más de apertura aparte de las, como poco, 72 semanales ya existentes, le fueras a decir lo bien que le sienta esa chapita con su nombre que lleva colgando del bolsillo delantero.
No es necesario que esperes la respuesta. Ni necesario ni recomendable. Puesto que la respuesta va a salir filtrada y así no vale para el estudio sociológico. Tú vomitas la frase y te quedas mirándole a la cara. Fijamente. Y ya está la respuesta. A continuación, eso sí, con voz amable y atiplada, te confirmará que estarán encantados de atenderte en el horario habitual, para que tú tengas clarito que puedes acercarte incluso a última hora, como hoy. Y te irás tan contento, sin comprar nada porque total, mañana tienes todo el día, y sin sentir ningún remordimiento, porque a esas personas les encanta levantarse de la mesa cuando todo el personal está comiendo langostinos y largarse para el curro. Que así se reactiva el mercado laboral. Porque te ha dicho el amigo de un primo de un sobrino del cuñado de uno de los empleados de la sección de juguetes de tal centro comercial que así se crea empleo, y que las grandes superficies contratan personal solo para que te atienda los festivos.
Y tú te lo has tragado.
#SafeCreative Mina Cb
Diciembre es mi mes favorito del año, laboralmente hablando. No solo porque es el de más curro, el más caótico a nivel logístico y el que más estrés produce entre la peña, tanto currelas como clientes, sino porque además es la época del año en que más se pone en evidencia la insolidaridad humana.
Y es que ha llegado el momento, mis queridos lectorcitos, de empezar a escuchar un día sí y otro también la frase más bonita que con el diccionario español puede redactarse:
“¿Abrís mañana?”
Intentadlo, por favor. Es más, si alguno de los aquí presentes está estudiado sociología o algo así, le animo (le reto incluso) a que se atreva con un experimento a través del cual elaborar una tesis que inmortalizará sus apellidos: Vé a un centro comercial cualquier víspera de festivo de este mes, a última hora a ser posible, y formúlale a un empleado la pregunta que da título a este texto. Pregúntalo sin más, a bocajarro, como si le pidieras la hora, como si necesitases información acerca de dónde está el aseo... como si fuera lo más normal del mundo. Y con mucha desenvoltura, sonriendo y de buen rollo, lo mismo que si en vez de recordarle que hoy no va a poder relajarse a la salida, tirarse tranquilamente en el sofá con la bandeja de la cena y ponerse un peli, echarse unas cañas con su gente, ir al cine con su churri y luego pasar la noche en vela jugando a los médicos, estar un rato disfrutando de sus hijos aprovechando que mañana no hay colegio porque se tiene que levantar antes que el sol para que tú puedas disfrutar de 12 horas más de apertura aparte de las, como poco, 72 semanales ya existentes, le fueras a decir lo bien que le sienta esa chapita con su nombre que lleva colgando del bolsillo delantero.
No es necesario que esperes la respuesta. Ni necesario ni recomendable. Puesto que la respuesta va a salir filtrada y así no vale para el estudio sociológico. Tú vomitas la frase y te quedas mirándole a la cara. Fijamente. Y ya está la respuesta. A continuación, eso sí, con voz amable y atiplada, te confirmará que estarán encantados de atenderte en el horario habitual, para que tú tengas clarito que puedes acercarte incluso a última hora, como hoy. Y te irás tan contento, sin comprar nada porque total, mañana tienes todo el día, y sin sentir ningún remordimiento, porque a esas personas les encanta levantarse de la mesa cuando todo el personal está comiendo langostinos y largarse para el curro. Que así se reactiva el mercado laboral. Porque te ha dicho el amigo de un primo de un sobrino del cuñado de uno de los empleados de la sección de juguetes de tal centro comercial que así se crea empleo, y que las grandes superficies contratan personal solo para que te atienda los festivos.
Y tú te lo has tragado.
#SafeCreative Mina Cb
No hay comentarios:
Publicar un comentario